Los activistas de oposición dijeron que el fuego de tanques se concentraba en dos grandes barrios musulmanes sunitas que han liderado la resistencia a Assad.
El Cairo/Amán. Las fuerzas sirias reanudaron el bombardeo de la ciudad de Homs este lunes después de que países árabes pidieron el envío de fuerzas de paz de la ONU y prometieron su firme apoyo a la oposición que lucha contra el presidente Bashar al-Assad.
Los activistas de oposición dijeron que el fuego de tanques se concentraba en dos grandes barrios musulmanes sunitas que han liderado la resistencia a Assad. Agregaron que 23 personas murieron el domingo tras una pausa en los bombardeos el día anterior.
El ataque a Homs ha llevado a los países árabes a aislar a Assad y a prometer acciones más duras.
En una reunión en El Cairo el domingo, los ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Arabe prometieron por primera vez que ayudarán a la oposición que lucha para derrocar a Assad.
La Liga también pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que autorice el envío de una fuerza de paz, un desafío a Rusia y a China, que hasta ahora han usado su poder de veto para bloquear acciones del órgano mundial, más recientemente el 4 de febrero.
El Ejército Sirio Libre, liderado por desertores, ha tomado el rol principal en la oposición armada contra Assad. Los reportes en terreno son difíciles de verificar porque Siria restringe el acceso de los periodistas.
La resolución aprobada por los ministros de la Liga Arabe reunidos en El Cairo llamó a "abrir canales de comunicación con la oposición siria y entregar todas las formas de apoyo material y político para ello", una declaración notable de una entidad conocida por mantenerse fuera de los asuntos internos de sus miembros.
La Liga Arabe se ha vuelto decididamente contra Assad, liderada por Arabia Saudita y otras monarquías del Golfo Pérsico gobernadas por sunitas, quienes han resentido desde hace tiempo los cercanos vínculos entre Assad con el rival chií regional Irán.
La resolución no dejó claro si la fuerza conjunta propuesta de la ONU y los árabes involucraría soldados armados, o si la ayuda ofrecida a la oposición siria incluiría la entrega de armamento.
Si así fuera, sería la segunda vez en menos de un año que la Liga Arabe llama a una intervención extranjera en un Estado árabe. Su decisión de apoyar una zona de exclusión aérea en Libia en marzo del 2011 llevó al bombardeo por parte de potencias occidentales que ayudaron al derrocamiento del ex mandatario Muammar Gaddafi.
El levantamiento sirio, en que la ONU afirma que han muerto más de 5.000 personas, se ha convertido en una de las más sangrientas de las revuelvas de la "Primavera Arabe" que han tenido lugar en la región desde fines del 2010 y en las últimas semanas entró en una fase más violenta con ataques de fuerzas gubernamentales contra la agitada ciudad de Homs.
Cualquier misión de paz necesitaría del consenso de potencias extranjeras, que se han mostrado divididas respecto a cómo resolver un conflicto que está dando paso a una guerra civil.
Moscú y Pekín fueron blanco de fuertes críticas de Occidente después de que impidieron que el Consejo de Seguridad de la ONU respaldara un plan de la Liga Arabe que llamaba a Assad a entregar sus poderes.
Tras la resolución del domingo de la Liga Arabe, la televisión siria citó a su embajador ante la entidad calificando la decisión como "una violación flagrante de la carta del grupo y un acto hostil que socava la seguridad y la estabilidad de Siria".
"Esta decisión refleja el estado de histeria y error en que están viviendo algunos países árabes, particularmente Qatar y Arabia Saudita, tras su último fracaso en el Consejo de Seguridad de la ONU por conseguir una intervención extranjera en Siria", añadió.
"Amigos de Siria". Más temprano el domingo, Túnez afirmó que organizaría el 24 de febrero la primera reunión del grupo de contacto "Amigos de Siria", compuesto de estados árabes y de otras regiones respaldados por Occidente.
Un grupo de contacto sobre Libia jugó un rol vital en la coordinación de ayuda árabe y occidental a los rebeldes de ese país el año pasado.
"El pueblo sirio merece libertad tanto como sus hermanos en Túnez, Egipto, Libia y otros Estados Arabes que vieron cambios políticos mayores", dijo a los ministros el canciller tunecino, Rafik Ben Abdessalem.
El domingo, tropas respaldadas por vehículos blindados entraron al distrito al-Inshaat de Homs, que ha sufrido varias incursiones por tropas leales al gobierno durante la última semana.
Los tanques pasaron encima de automóviles de civiles y soldados entraron en casas y quemaron muebles en la calle como castigo colectivo, según un comunicado de la Coalición de Homs Libre.
"El régimen quiere castigar a la población civil por apoyar al Ejército Sirio Libre", afirmó el comunicado.
Un video en YouTube mostró a un médico en el distrito suní de al-Bayada con los cuerpos de tres hombres en el piso, el de una mujer sobre una mesa y un hombre herido en una cama, sin señales de ningún equipamiento médico, excepto un tanque de oxígeno.
"No tenemos medicamentos, equipamiento ni personal. El hospital es esta habitación de cuatro por cuatro metros", dijo el facultativo.
"La Media Luna Roja no viene aquí porque (el Ejército) la bombardea cuando lo intenta. La mayoría de los casos que recibimos están muriendo por desangramiento porque no tenemos unidades de sangre", añadió.
En Hama, a 50 kilómetros al norte de Homs, fuerzas leales apoyadas por tanques y vehículos blindados entraron a barrios cerca del campo donde ha estado activo el Ejército Sirio Libre.
"Es el tercer día de estas incursiones. Disparan fuego de ametralladora pesada y armas antiaéreas al azar y luego van, entran a las casas y arrestan a decenas de personas. El objetivo es separar a Hama del campo", dijo desde Hama el activista Fady al-Jaber.
Agregó que dispararon de tanque habían matado a tres personas en las afueras de la ciudad el sábado y que las familias habían comenzado a huir del área.
Una multitud asistió el domingo a los funerales de algunas de las 28 personas muertas en bombardeos de dos sitios militares en la ciudad de Aleppo el viernes, ataques que el Gobierno citó como prueba de sus afirmaciones de que combate a terroristas financiados por extranjeros.