“Estamos muy preocupados por este último intento de Argentina para aislar a la población de las islas Falklands y dañar su sustento”, declaró el ministerio británico de Relaciones Exteriores.
El Reino Unido se declaró este miércoles “muy preocupado” por la decisión del Mercosur de impedir que barcos con bandera de Malvinas recalen en sus puertos, y reafirmó su “determinación” a proteger a los habitantes del archipiélago cuya soberanía disputa Argentina desde 1833.
“Estamos muy preocupados por este último intento de Argentina para aislar a la población de las islas Falklands (denominación británica de las Malvinas) y dañar su sustento, que no tiene ninguna justificación”, declaró el ministerio británico de Relaciones Exteriores en un comunicado difundido en Londres.
Aunque dijo desconocer por el momento “qué impacto práctico, si alguno” tendrá la declaración del Mercosur, el Foreign Office precisó que estaba discutiendo “urgentemente” al respecto con los países del bloque.
A escasos meses de la conmemoración del 30 aniversario de la guerra anglo-argentina por el archipiélago austral en 1982, la cancillería británica agregó que “nadie debe dudar de nuestra determinación a proteger el derecho de las Falklands a determinar su propio futuro político”.
“Bandera ilegal”. Los países del Mercosur con costas -Argentina, Brasil y Uruguay- acordaron el martes en la cumbre del bloque que se celebra en Montevideo impedir que barcos que enarbolen “la bandera ilegal” de Malvinas ingresen en sus puertos.
Según la BBC, unos 25 barcos en total enarbolan el pabellón de las islas Malvinas, en su mayoría pesqueros. Algunos de estos pesqueros son españoles, según indicó recientemente una fuente diplomática en Montevideo.
La declaración agrega, además, que las embarcaciones que hayan sido rechazadas por ese motivo en algún puerto de la región “evitarán solicitar el ingreso a otros puertos de los demás Estados parte del Mercosur y Estados asociados mientras sean portadoras de dicha bandera”.
La medida se anunció cinco días después de que Uruguay señalara que impediría el ingreso en sus puertos de buques con bandera de Malvinas, como muestra de “solidaridad” con Argentina, lo que valió a su embajador una convocatoria en el Foreign Office.
Isleños abandonados. El presidente de la Cámara de Comercio de las Malvinas, Roger Spink, denunció en la BBC que el archipiélago y su población de alrededor de 3.000 habitantes se sentían cada vez más bloqueados y abandonados. “Si fuéramos Palestina, la Unión Europea estaría indignada”, afirmó.
El diputado laborista Denis MacShane, ex secretario de Estado de Relaciones Exteriores, atribuyó por su parte la “acción hostil” del Mercosur a la política “aislacionista” del Gobierno del Primer Ministro conservador, David Cameron.
“Los líderes sudamericanos saben que el Reino Unido tiene menos amigos que nunca a causa del enfoque aislacionista de Cameron en Europa y la indiferencia hacia la administración Obama”, declaró en un texto colgado en su página web.
MacShane también lo achacó al “debilitamiento del poder marítimo británico” provocado por la drástica revisión del presupuesto de defensa en el marco del plan de ajuste gubernamental, que incluye la jubilación de toda su flota de aviones de combate Harrier y de su único portaaviones, el "HMS Ark Royal".
Enfrentamiento. El Reino Unido y Argentina libraron una corta pero sangrienta guerra por la soberanía de las islas en 1982. El conflicto, que duró 74 días, costó la vida 255 británicos y 649 argentinos, y terminó con la rendición de las tropas argentinas que habían ocupado el archipiélago austral.
Desde entonces, Buenos Aires ha reivindicado por todos los canales diplomáticos la soberanía de estas islas situadas a 400 millas marinas de sus costas, pero Gran Bretaña siempre se ha negado a entablar cualquier diálogo.
Las tensiones entre los dos países, sin embargo, se intensificaron desde que tres petroleras británicas iniciaron en 2010 una campaña de exploración en el archipiélago, donde esperan empezar a producir crudo a partir de 2016.
Y los recientes anuncios británicos sobre la próxima misión del príncipe Guillermo en Malvinas en el marco de su trabajo de piloto de rescate, y la creación de una zona de protección marina en torno a las cercanas e igualmente disputadas islas Georgias no contribuyeron a apaciguar la disputa.
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