Fuego antiaéreo se escuchó este lunes en gran parte de Trípoli por tercera noche consecutiva, pero es probable que los ataques aéreos contra Libia se reduzcan, indicó un general estadounidense, mientras Washington trata de no verse absorbido por una guerra civil libia.
Trípoli. Fuego antiaéreo se escuchó este lunes en gran parte de Trípoli por tercera noche consecutiva, pero es probable que los ataques aéreos contra Libia se reduzcan, indicó un general estadounidense, mientras Washington trata de no verse absorbido por una guerra civil libia.
La televisión estatal dijo que varios sitios fueron sido atacados en la capital. Las potencias occidentales no confirmaron nuevos ataques contra las defensas aéreas en una intervención aprobada por Naciones Unidas, que pretende imponer una zona de exclusión aérea y proteger a los civiles de las fuerzas de Muamar Gadafi.
Los rebeldes, que habían tenido que retroceder hacia su bastión de Bengasi antes de que los ataques aéreos detuvieran el avance de las fuerzas de Gadafi, han hecho poco hasta el momento por aprovechar la campaña, lo que ha avivado los temores a que la guerra pueda llegar a un punto muerto.
Pero Washington, preocupado por quedar atrapado en otra guerra después de Irak y Afganistán, ha descartado una acción específica para derrocar a Gadafi, aunque Francia dijo el lunes que esperaba que el Gobierno libio se hundiera.
"Mi sensación es que, a menos que ocurra algo inusual o inesperado, podríamos ver una disminución en la frecuencia de los ataques", dijo a los periodistas en Washington el general Carter Ham, quien lidera las fuerzas estadounidenses en la operación libia.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que Estados Unidos, a cuya campaña aérea se han unido Reino Unido, Francia, Canadá e Italia, entre otros, planeaba transferir el liderazgo militar a corto plazo.
"Anticipamos que esta transición tendrá lugar en cuestión de días y no en cuestión de semanas", dijo Obama en una conferencia de prensa en Chile, donde se encuentra de visita oficial.
Obama no dijo qué país u organización asumiría el papel principal, pero Reino Unido y Francia lideraron los llamamientos en favor de una intervención internacional. Los ataques aéreos ya han sido lo suficientemente amplios como para haber destruido buena parte de las defensas aéreas de Libia.
La televisión estatal libia dijo que varios lugares de la capital sufrieron nuevos ataques el lunes de lo que llamó el "enemigo cruzado". Durante buena parte de la noche se escuchó fuego antiaéreo y se corearon frases a favor de Gadafi cerca del centro de la ciudad. Varios automóviles cruzaron a toda velocidad en las calles de Trípoli haciendo sonar sus bocinas.
La cadena de televisión Al Yazira dijo que las instalaciones de radares en dos bases aéreas de defensa en el este de Libia habían sido atacadas. Sin embargo, un portavoz militar francés dijo que su país, que está implicado en ataques en el este, no tenía aviones volando en ese momento.
En tanto, habitantes de las ciudades sitiadas de Misrata y Zintan dijeron que fueron atacados por las fuerzas de Gadafi. Analistas de seguridad creen que las fuerzas gubernamentales tratarán de entrar en ciudades donde serían menos vulnerables de ser atacados desde el aire.
En Misrata los vecinos dijeron que fueron atacados el lunes.
"Los residentes de Misrata salieron a las calles y al centro de la (ciudad) desarmados, en un intento de evitar la entrada de las fuerzas de Gadafi", dijo una fuente a Reuters por teléfono.
"Cuando se juntaron en el centro, las fuerzas de Gadafi comenzaron a dispararles con artillería y armas. Cometieron una masacre. El hospital nos dijo que al menos nueve personas murieron", agregó este vecino, que se identificó como Saadoun.
Zintan, cerca de la frontera con Túnez, sufrió fuertes ataques con artillería, dijeron dos testigos, obligando a sus vecinos a huir hacia cavernas en las montañas. Varias casas y el minarete de una mezquita fueron destruidos.
"Nuevas fuerzas fueron enviadas hoy a sitiar la ciudad. Ahora hay al menos 40 tanques en las faldas de las montañas cerca de Zintan", dijo Abdulrahmane Daw a Reuters por teléfono desde la ciudad.
Las noticias no pudieron ser verificados de manera independiente.
Resultado incierto. Estados Unidos y sus aliados han recibido algunas críticas, como por parte del primer ministro ruso, Vladimir Putin, y del secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, por la contundencia de la intervención aérea. Los rebeldes libios, por su parte, han apoyado los ataques, que dicen estar coordinando con las potencias occidentales. Pero hay pocas muestras de que esta coordinación se esté trasladando al terreno.
Las potencias occidentales no están dando apoyo aéreo a los rebeldes o tratando de destruir al ejército de Gadafi, sino solo protegiendo a los civiles, como establece el mandato de la ONU, lo cual deja la iniciativa en manos de los rebeldes.
"Si no recibimos más ayuda de Occidente, las fuerzas de Gadafi nos comerán vivos", dijo a Reuters el combatiente Nuh Musmari.
Analistas de seguridad han dicho que no está claro qué ocurrirá si el líder libio consigue aferrarse al poder, especialmente porque los países occidentales han dejado claro que no les gustaría que Libia quedara dividida en dos, entre el este controlado por los rebeldes y el oeste en manos de Gadafi.
"Hay un riesgo muy real de un prolongado punto muerto, con ninguna de las dos partes dispuestas a negociar. Así que el resultado final está muy poco claro", afirmó Jeremy Bennie, analista de IHS.