Así lo hizo conocer el embajador chino de esa época, Cai Runguo, a la representante de EE.UU. en Quito, Heather Hodges, durante una reunión celebrada el 15 de enero del 2010, según un cable diplomático emitido el 26 de enero de ese año.
Quito. China miraba a Ecuador con desconcierto y cautela por los “ataques verbales” del presidente Rafael Correa a ese país asiático, ocurridos en diciembre del 2009, en medio de la negociación de un crédito chino para financiar el proyecto Coca Codo Sinclair.
Por lo menos así lo hizo conocer el embajador de China de esa época, Cai Runguo, a la representante de EE.UU. en Quito, Heather Hodges, durante una reunión celebrada el 15 de enero del 2010, según un cable diplomático emitido el 26 de enero de ese año.
Esta y otras conversaciones entre los embajadores de EE.UU. y China, así como las percepciones de la embajada estadounidense sobre el acercamiento Ecuador-China fueron detalladas en los despachos revelados por Wikileaks.
Desde fines del 2009, el mandatario había manifestado públicamente su contrariedad con China, debido a las condiciones que ese país le había exigido antes de concederle un crédito.
“Las negociaciones han sido muy duras”, dijo el jefe de Estado, quien lamentó, además, que “a veces nos hemos sentido maltratados por China”.
De acuerdo con el cable del 26 de enero del 2010, Cai Runguo indicó a Hodges que “China estaba desconcertada por el ataque verbal de Correa”. También le dijo que “Correa no parece entender que China está negociando ‘acuerdos comerciales’, similares a los acuerdos celebrados con otros países”.
Para marzo del 2010 y debido a que las negociaciones no avanzaban por desacuerdos en el tema de las garantías del crédito, Correa dio por terminada la gestión “frente al maltrato, la grosería, con que nos han tratado. No olvidaremos esto, no lo olvidaremos”, dijo.
En ese momento, el presidente dejó entrever que, contrariamente a lo que pensaba China, para el gobierno ecuatoriano, la relación con ese país pasaba por la solidaridad y un trato político distinto.
“Creíamos que las relaciones con China tenían otro nivel. Si nos van a tratar como una transnacional más, con más rigor que el Fondo Monetario (FMI), en términos comerciales, no en términos políticos, bueno, buscaremos el financiamiento en otro lado”, dijo.
Pese a todo, en junio del 2010, el crédito para el Coca Codo culminó con éxito y según el ministro de Finanzas, Patricio Rivera, sin entregar garantías a los prestamistas.
En el mismo cable de enero del 2010, la embajada de EE.UU. reportó que no estaba claro “si Correa aceptaría las condiciones comerciales estándar de China, particularmente el arbitraje internacional”; sobre todo porque la Constitución de Montecristi tiene restricciones para la resolución de este tipo de conflictos.
A la fecha se conoce que en los diversos contratos de preventa de crudo con China, Ecuador sí aceptó el arbitraje internacional.
Por ejemplo, en el último convenio firmado en marzo del 2011, los conflictos se dirimen en la Corte de Arbitraje Internacional de Londres.