El canal de televisión "BFM TV" mostraba a las 12.30 hora local (11.30 GMT) imágenes de las entradas al norte de París, donde se han apostado fuerzas policiales para interceptar un Renault Clio gris en el que un testigo dice haberlos visto fuertemente armados.
París. Los dos principales sospechosos del atentado de este miércoles contra el semanario satírico "Charlie Hebdo" fueron vistos esta mañana en un coche en el departamento de Aisne, un centenar de kilómetros al noreste de París, hacia donde podrían estar dirigiéndose, indicaron los medios franceses.
El canal de televisión "BFM TV" mostraba a las 12.30 hora local (11.30 GMT) imágenes de las entradas al norte de París, donde se han apostado fuerzas policiales para interceptar un Renault Clio gris en el que un testigo dice haberlos visto fuertemente armados.
Según la emisora pública "France Info", los hermanos Chérif y Said Kouachi estuvieron esta mañana en una gasolinera en una carretera en las proximidades de Villers Cotterêts, en el departamento de Aisne.
Varios helicópteros de la Gendarmería, del Ejército y de Protección Civil sobrevolaban la zona, en el extrarradio noreste de París, para tratar de seguirles la pista.
Según "BFM TV", el vehículo visto en el departamento de Aisne llevaba la matrícula tapada.
El ex ministro del Interior Claude Guéant subrayó a "France Info" que "no hay duda de que se les detendrá", aunque dijo no disponer de informaciones precisas.
Las fotos de los dos hermanos Kouachi fueron divulgadas anoche por la policía, con la advertencia de que se trata de dos individuos peligrosos y fuertemente armados, para conseguir la cooperación de la ciudadanía.
Mientras, un tercer sospechoso, Mourad Hamyd, se entregó anoche en una comisaría de la ciudad de Charleville Mézières, cuando supo que iban tras él.
Chérif Kouachi había estado en la cárcel tras ser condenado por haber formado parte de una red de reclutamiento de yihadistas en París para enviarlos a Irak en la primera mitad de los años 2000.
Tanto él como Said habían estado vigilados por los servicios secretos franceses, según explicó el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, que añadió que ese seguimiento no había permitido dar con ningún elemento que apuntara a que preparaban un atentado.