Para el analista Rafael Quiroz Serrano, los planes de la Opep de estabilizar los precios y lograr un equilibrio, están siendo minados por el crecimiento de la producción petrolera de los Estados Unidos, Canadá, Brasil, Libia , Nigeria y Colombia, por citar solo algunos casos.
Emen. El recorte de producción aplicado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) pareciera no estar dando los frutos esperados. Si bien la tarea es ardua, no es menos cierto que el nuevo escenario petrolero resulta en extremo complejo y difícil de proyectar en el tiempo, dada las múltiples variables, más allá del simple juego oferta y demanda.
Para el analista Rafael Quiroz Serrano, los planes de la Opep de estabilizar los precios y lograr un equilibrio, están siendo minados por el crecimiento de la producción petrolera de los Estados Unidos, Canadá, Brasil, Libia , Nigeria y Colombia, por citar solo algunos casos.
Las expectativas de que los precios podrían recuperar la senda de los US$60 a US$70, con el recorte de producción acordado el 30 de noviembre de 2016, según el cual, miembros de la Opep y de países fuera del bloque, retirarían 1,8 millones de barriles por día, no luce ahora muy claro.
El analista asegura que, si bien en principio se logró un freno en la caída de los precios y un repunte importante, para el segundo semestre del año se avisora nuevamente una caída en las cotizaciones, toda vez que la sobre producción seguirá siendo importante. Según sus cálculos, unos 860.000 barriles están siendo sobre bombeados.
Este panorama desalentador se muestra incluso, pese al sobrecumplimiento del pacto entre los productores. Quiroz Serrano, señala que la Opep logró 113% del recorte entre mayo y junio pasados. “Se recortó por encima de lo establecido”, apuntó, y agregó que pese a ello no hubo un impacto mayor que impulsara el valor del hidrocarburo.
De hecho, la Opep en su informe mensual sobre el mercado petrolero, publicado ayer por el bloque energético, sostiene que “la demanda mundial por el petróleo de la Opep bajará el próximo año en la medida en que productores de esquisto en Estados Unidos y otros rivales bombeen más. Lo que sugiere que el mercado petrolero verá un superávit en 2018, pese a una reducción de la producción encabezada por el grupo”, refirió Reuters.
Analistas adelantaron que la medida aplicada por la Opep sería un saludo a la bandera, toda vez que no solo la creciente producción de lutitas echaría por tierra buena parte de la acción, apoderándose de nuevos mercados, sino que el desarrollo de las tecnología permitirían reducir más aun los costos de producción de esos crudos no convencionales, y además el indetenible descubrimiento de petróleo en el mundo.
Cifras aportadas por el analista, indican que las proyecciones que manejaba la Opep entorno a un posible incremento del petróleo de lutitas, quedó lejos de los 400.000 barriles por día que estimaron se extraerían, al elevarse el bombeo a poco más de 800.000 barriles.
Datos de la gubernamental Agencia de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés), reseñan que al cierre de junio la producción de lutitas sumó 5.348 barriles por día y las expectativas sobre el cierre de julio proyectan unos 127.000 barriles por encima.
El especialista consultado asegura que la Opep está preocupada por la repuesta del mercado a la medida aplicada por la Opep y sus aliados, al punto que no descarta un llamado a una reunión extraordinaria para evaluar entre otras elementos el aumento de la extracción por parte de Libia y Nigeria, e incluso la intocable producción de Irak.
“En el informe de julio, la Opep afirmó que su producción de crudo subió en 393.000 bpd en junio, a 32,611 millones de bpd, gracias a un repunte en Nigeria y Libia, que están exentos del acuerdo de reducción de suministros, además de barriles adicionales de Arabia Saudita e Irak”, destacó en un despacho Reuters.
Un punto de preocupación para el analista, es que sobre este panorama, dentro del seno de la Opep, Rusia, un productor independiente y el de mayor calado antes de Arabia Saudita y Estados Unidos, está evidenciando su incomodidad, debido a que su recorte en solitario suma unos 300.000 barriles por día, según declaraciones muy diplomáticas ofrecidas por el ministro ruso de Petróleo, Alexander Novak.
