Los comicios son seguidos de cerca por los mercados financieros, que aún tienen reciente en la memoria la crisis de deuda potencialmente catastrófica que llevó al primer ministro tecnócrata Mario Monti al poder hace más de un año.
Los italianos comenzaron este domingo a votar en unas de las elecciones que serán seguidas más de cerca de los últimos años, con los mercados nerviosos por si saldrá un gobierno fuerte que saque a Italia de la recesión y ayude a resolver la crisis de deuda de la eurozona.
Algunas de las primeras personas que depositaron su voto expresaron su temor a que no salga un ganador claro, lo que llevaría a un punto muerto político y a una coalición que podría no gobernar durante mucho tiempo.
"Creo que tendremos que ir a elecciones otra vez (...) Espero inestabilidad durante los próximos dos años", dijo Vincenzo D'Ouria, que votaba en Milán.
Los italianos comenzaron a votar a las 8 a.m. (07:00 GMT). Los centros electorales estarán abiertos hasta las 10 p.m. de este domingo y abrirán de nuevo entre las 7 a.m. y las 15:00 horas de este lunes. Los sondeos a boca de urna se publicarán poco después de que cierren los centros y se esperan los resultados oficiales para el martes temprano.
Las elecciones están siendo seguidas de cerca por los mercados financieros, que aún tienen reciente en la memoria la crisis de deuda potencialmente catastrófica que llevó al primer ministro tecnócrata Mario Monti al poder hace más de un año.
Monti y su mujer votaron en un colegio de Milán el domingo por la mañana. Su bloque centrista sólo formaría parte de un futuro gobierno como socio menor de un partido más grande.
Las últimas encuestas publicadas hace dos semanas mostraban que el líder del centroizquierda Pier Luigi Bersani tenía una ventaja de cinco puntos, pero los analistas no se ponen de acuerdo sobre si será capaz de formar una mayoría estable que pueda llevar a cabo las reformas económicas que Italia necesita.
Se cree que Bersani está ahora a pocos puntos de ventaja de su rival del centroderecha Silvio Berlusconi, cuatro veces primer ministro que ha prometido devolver impuestos y ha protagonizado un bombardeo mediático en un intento por ganar votantes.
Un mitin multitudinario del cómico convertido en político antisistema Beppe Grillo este viernes puso de relieve la indignación de los ciudadanos contra los partidos tradicionales.
El movimiento 5 Estrellas de Grillo, compuesto por novatos en política, es tercero en las encuestas en sus primeras elecciones generales, y el apoyo popular de votantes de todo el espectro político ha aumentado la incertidumbre sobre el resultado.
"Los italianos quieren cambiar, pero no puedes conseguirlo con Grillo. Son demasiado inexpertos para la maquinaria parlamentaria italiana", dijo Cristina Rossi, de 40 años, una ingeniera civil que acudía a votar al Partido Democrático de Bersani en Milán.
"Temo que el resultado sea un gobierno débil, pero quizás esta sea sólo una transición necesaria para poder, en uno o dos años, elegir a alguien que realmente pueda gobernar Italia".
Italia, la tercera mayor economía de la eurozona, está atascada en una profunda recesión, luchando con una carga de deuda pública que es la segunda por detrás de Grecia en el bloque monetario de 17 países y con el cansancio de la ciudadanía tras más de un año de políticas de austeridad.
Críticas a Berlusconi. Berlusconi acaparó los titulares este domingo después de utilizar una conferencia de prensa en el centro de entrenamiento de su club de fútbol, el AC Milan, para romper la jornada de reflexión impuesta a los políticos el día antes de que se abran las urnas.
Dijo a los periodistas que los jueces italianos eran "más peligrosos que la mafia siciliana" y que habían inventado las denuncias de que había celebrado fiestas sexuales para desacreditarlo.
El multimillonario de 76 años, que ha apelado una condena a prisión por evasión de impuestos y está en juicio acusado de mantener relaciones sexuales con una prostituta menor de edad, fue criticado por sus rivales por hacer declaraciones políticas durante la jornada de reflexión.
Aunque se espera que el centroizquierda gane el control de la cámara baja, gracias a las leyes que garantizan una mayoría fuerte para el partido que gane la mayor parte de los votos a nivel nacional, se disputará una batalla mucho más reñida por el Senado, que cualquier gobierno también necesita controlar para poder aprobar leyes.
Los escaños en la cámara alta se otorgan según bases regionales, lo que supone que el apoyo en áreas clave puede influir decisivamente en el resultado total.
Los encuestadores todavía creen que el resultado más probable es un gobierno de centroizquierda dirigido por Bersani y posiblemente respaldado por Monti.
Pero la feroz campaña de Berlusconi y de Grillo han dejado las elecciones muy abiertas. Los sondeos mostraban que hasta 5 millones de votantes decidirán a quién favorecen en el último momento.
El ministerio del Interior instó a unos 47 millones de votantes convocados en Italia a que no desistan de acudir a las urnas por el mal tiempo y dijo que estaba preparado para gestionar las condiciones de nieve que se prevén en algunas regiones del norte para que todo el mundo tenga la oportunidad de votar.
Economía estancada. Quienquiera que gane las elecciones en Italia heredará una deuda pública de 2 billones de euros que está consumiendo fondos muy necesarios para generar crecimiento.
El principal peligro para Italia y la eurozona es un gobierno débil incapaz de tomar acciones firmes, que podrían afectar a los inversores y avivar una nueva crisis de deuda.
Monti reemplazó a Berlusconi en noviembre de 2011 después de que Italia estuviera cerca de sufrir una crisis como la de Grecia mientras el centroderecha estaba inmerso en varios escándalos.
El ex comisario europeo lanzó un duro programa de recortes de gastos, aumentos de impuestos y reforma de las pensiones que consiguió el respaldo internacional y ayudó a restaurar la credibilidad del país en el exterior, tras los escándalos de la era Berlusconi.
Pero la austeridad económica ha avivado la indignación entre los italianos que luchan con el creciente desempleo y ven caer sus ingresos, lo que los ha animado a apoyar a Grillo, que ha sacado partido del desencanto nacional.