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Los lujos de la cárcel Topo Chico en México
Lunes, Febrero 15, 2016 - 13:14

El gobierno de Nuevo León difundió unas imágenes de las celdas de algunos de los reclusos del Penal, en donde la noche del miércoles se registró una riña que costó la vida de 49 internos y otros 12 resultaron lesionador.

Aunque vivían privados de su libertad, detrás de rejas y con altas bardas que los aislaban del exterior, los presos del penal del Topo Chico tenían lujos que no poseen el común de los ciudadanos.

Con baños sauna, minisplit, frigobar, parrillas eléctricas, un acuario, caminadora para ejercitarse, colchones de alta calidad y habitaciones con acabados, así vivían en el interior del centro penitenciario.

El gobierno de Nuevo León difundió unas imágenes de las celdas de algunos de los reclusos del Penal, en donde la noche del miércoles se registró una riña que costó la vida de 49 internos y otros 12 resultaron lesionador.

Los hechos sangrientos fueron por la lucha de poder, por el dominio dentro del penal. Los líderes están identificados como Jorge Iván Hernández Cantú “El Credo” y Juan Pedro Saldívar Farías, “El Z-42”.

Esos dos personajes eran quienes gozaban de más privilegios ante, presuntamente, la mirada consentidora de la propia directora, Gregoria Salazar.

La funcionaria ya se encuentra detenida por los delitos de homicidio calificado y abuso de autoridad.

La celda de “El Credo” era de grandes dimensiones, en las imágenes difundidas luce incendiada como quedó tras la riña, sin embargo era amplia y lujosa.

En la de "El Z-42" se observa un minisplit y un espacio para su propia regadera y sanitario. Las paredes están recubiertas de azulejo.

No se específica en cuál de las celdas, pero también se detectaron un sauna, un acuario y una caminadora.

Comida y bebidas dentro del penal. Se informó que dentro del centro penitenciario se desmantelaron 280 puntos semifijos de venta de abarrotes y alimentos que eran operados por el crimen organizado, de manera directa o mediante el cobro de piso.

Lo más sorprendente es que tenían un bar con techos con pinturas con una imagen de la Santa Muerte y otra de una calavera.

La construcción tenía acabados de yeso en forma de molduras y áreas recubiertas de azulejo. Las paredes pintadas de color claro.

Familiares de las víctimas, que no quisieron revelar sus nombres por temor a represalias, dijeron que las autoridades siempre estuvieron al tanto de la corrupción en el penal.

“La directora ya está tras las rejas y está bien porque ella siempre supo lo que pasaba. No era ignorante de los lujos de unos y las golpizas que les daban a otros porque no tenían para pagar la cuota por protección”, señaló una mujer de unos 50 años.

Le pedían a la santa muerte. La intervención del estado, a través de Fuerza Civil retomó el control del Penal del Topo Chico, y entre lo que desmantelaron también se encontraban altares a la Santa Muerte.

La Santísima, como también se le conoce, la tenían en cuadros y también en figuras de bulto.

“La gente que se dedica a la venta de droga le pide mucho a la Santa Muerte que los cuide mucho de sus enemigos, por eso tenían sus altares”, mencionó la entrevistada.

Expuso que a “La Niña” le ponen ofrendas de vino, manzanas, tabaco, veladoras y hasta dosis de droga como mariguana y cocaína.

“Las ofrendas son a cambio de los favores que se le solicitan”, reveló.

Autores

Excelsior.com.mx