Combatir la corrupción, el desempleo y la pobreza, además de mejorar la cobertura de salud y educación, son algunos de los desafíos.
Bogotá. El próximo presidente de Colombia,independientemente de quien sea elegido este domingo, tendrá el reto decombatir la corrupción, el desempleo y la pobreza, además de mejorar lacobertura de salud y educación para garantizar su gobernabilidad en unpaís que reclama cambios.
A diferencia de los comiciospresidenciales anteriores cuando los electores, hastiados de laviolencia de la guerrilla en medio del conflicto interno, reclamabanmás seguridad, en está oportunidad los temas sociales y la corrupcióndominan las prioridades de los colombianos, de acuerdo con analistas.
Elcandidato oficialista del Partido de la U, Juan Manuel Santos, y el exalcalde de Bogotá y líder del Partido Verde, Antanas Mockus, seencuentran en un empate técnico en los sondeos sobre intención de voto.
Peroal parecer ninguno obtendrá la mayoría absoluta el domingo 30 de mayopara ganar la presidencia, por lo que será necesaria una segundavuelta, el 20 de junio, cuando las alianzas con los candidatos ypartidos derrotados serán decisivas.
"El tema de lacorrupción es un tema crítico porque afecta absolutamente a todas lasesferas y a todas las acciones de la sociedad, el sector público, elsector privado, afecta la política, la economía, el Congreso, lajusticia, al ejecutivo, todas las esferas", dijo la politóloga ElizabetUngar, directora ejecutiva de Transparencia por Colombia.
"Sino se avoca la corrupción, la gobernabilidad se va a ver seriamenteafectada no solamente porque la corrupción afecta la calidad de vida,sino porque la corrupción afecta la legitimidad de las instituciones yla credibilidad que sus ciudadanos tienen en las instituciones",explicó.
El gobierno del presidente Alvaro Uribe, quienentregará el poder el 7 de agosto, fue salpicado por escándalos decorrupción por la aparente adjudicación irregular de subsidiosagrarios, entregas de prebendas a congresistas, ejecucionesextrajudiciales e interceptaciones telefónicas ilegales.
Esasituación favoreció la campaña de Mockus, quien con su discurso delegalidad, honestidad, transparencia y decencia logró captar laatención de los votantes y subió velozmente en las encuestas sobreintención de voto.
Por el contrario, los escándalos pudieronhaber afectado a Santos, quien es visto como el candidato de lacontinuidad y el heredero de Uribe.
Temas sociales, bomba de tiempo. Ungaraseguró que los temas sociales también marcarán la agenda del próximopresidente por el elevado desempleo, la pobreza, la crisis del sectorde la salud y el escaso acceso a la educación para las personas debajos recursos.
"El Gobierno en estos ochos años, por darprioridad a la política de seguridad, descuidó la parte social y esopuede convertirse en una bomba de tiempo", aseguró la experta.
Laanalista de la Universidad Javeriana Consuelo Ahumada coincidió en quelos temas sociales deben ser enfrentados urgentemente por el presidenteelegido y su gobierno para evitar que se profundice la crisis y ladesigualdad social.
Colombia registró en marzo un desempleourbano de 12,3% y la pobreza se ubica en 45,5%, de acuerdo con estadísticas del gobierno.
El sectorde la salud se encuentra en una crisis que amenaza su sostenibilidadpor falta de recursos, mientras que el acceso a la educación de calidadse ha convertido en un privilegio para las personas con recursoseconómicos.
La pobreza y las desigualdades sociales han sidopor años una de las banderas que ha enarbolado la guerrillaizquierdista para justificar su lucha armada de más de cuatro décadasen medio del conflicto armado.
Para el analista político yexperto en relaciones internacionales de la Universidad del RosarioVicente Torrijos, el tema de la seguridad y la lucha contra laguerrilla seguirá siendo otro de los desafíos del próximo presidenteaunque para la mayoría de personas pasó a un segundo plano.
"Estála gobernabilidad democrática que se traduce en cómo fortalecer yproteger el sistema de aquellos que se oponen mediante la armada, esdecir cómo va a enfrentar la amenaza persistente de una guerrilla queaunque diezmada no ha sido derrotada", dijo Torrijos.
Para elanalista, otro reto del próximo mandatario será el manejo de lasrelaciones internacionales en un escenario en el cual el presidente deVenezuela, Hugo Chávez, continuará con su intento de extender surevolución socialista por la región.
Todos los candidatosaseguraron durante la campaña que buscarán mantener buenas relacionescon el gobierno de Venezuela pero que no permitirán que la revoluciónbolivariana pase la frontera colombiana.
Un eventual triunfode Santos supondría que la tensión en las relaciones de Colombia yVenezuela se mantendría o aumentaría, mientras que podrían tener unespacio hacia la normalización con Mockus, de acuerdo con analistas.
Comosi fuera poca la lista de desafíos, el presidente que asuma tendrá quemanejar de forma transparente sus relaciones con el Congreso,considerado como una de las instituciones más corruptas e involucradaen un escándalo por nexos de parlamentarios con el narcotráfico y losparamilitares.
"Aquí hay algo más de fondo, es distinto a lacorrupción que se ve en otras partes, tiene que ver con el poder de lasmafias y el control del Estado", explicó Ahumada.