El presidente de la encuestadora Datanálisis dice que ante la ausencia del mandatario venezolano el chavismo se hará más fuerte para seguir en el poder, pero a largo plazo todo podría cambiar.
Con el reciente nombramiento de tres chavistas en los principales cargos de la Asamblea Nacional de Venezuela, precedido por un aplastante triunfo en las elecciones regionales (en las que el Partido Socialista Unido de Venezuela se llevó 20 de las 23 gobernaciones que estaban en disputa) —ambos sin la presencia del presidente Hugo Chávez en el país—, el chavismo ha dado dos pasos para demostrar que seguirá caminando si en algún momento se decreta la ausencia absoluta del mandatario.
El estado de salud de Chávez es un misterio desde que se sometió el 11 de diciembre en La Habana a una cuarta operación contra el también misterioso cáncer que padece. El vicepresidente, Nicolás Maduro, fue delegado por el mismo presidente para sucederlo en caso de que no pueda seguir en el poder. Mientras tanto, Diosdado Cabello, recién ratificado como presidente de la Asamblea Nacional, está en la otra orilla del chavismo y podría ser un dolor de cabeza para Maduro, sobre todo si Chávez muere antes del próximo jueves, día de su posesión, pues en este caso quien quedaría en la presidencia sería Cabello.
Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis —una de las que han mantenido su neutralidad en medio de la extrema polarización que vive Venezuela—, dice a El Espectador que, antes de fragmentarse, a corto plazo el chavismo se unirá para asegurarse el control del país.
- El chavismo se hizo con los tres principales cargos de la Asamblea Nacional, ¿con esto se puede decir que el régimen chavista ya camina sin Chávez?
- Es evidente que el gobierno está consolidando o tratando de consolidar su poder, independientemente del estado de salud del presidente, y armando su estrategia concreta para tratar de mantener a Maduro empoderado del gobierno, dado que él es el sustituto nombrado por Chávez.
Hay muchas incertidumbres, pero hay dos cosas que sabemos. La primera es que la situación de salud de Chávez es crítica y que es muy probable que no pueda venir a hacer su juramentación pública en la Asamblea Nacional el 10 de enero, como corresponde según la Constitución. La segunda es que Chávez dejó un sustituto abierto, claro, específico, y es una orden para el chavismo mantener a Maduro en el poder y garantizar que el futuro cuestionamiento presidencial, que probablemente va a ocurrir este año, termine con Maduro como candidato.
- Pero si Chávez muere antes del 10 de enero, quedaría Cabello como presidente...
- Exacto. Para mantener a Maduro no pueden simplemente decir que no hay juramentación el 10 de enero y crear un vacío absoluto, porque ese vacío lo llenaría Cabello. Si eso ocurriera, el deseo de Chávez no sería cubierto. El chavismo perdería potencia en sus candidatos con miras a una elección futura.
Para una elección futura es vital tener un candidato-presidente, sabemos que es vital controlar el poder siendo candidato, que tengas un halo especial de fuerza que no puedes perder. Maduro tendrá que ser candidato siendo presidente encargado, pero ese elemento obliga a la reinterpretación de la ley.
- ¿El chavismo ya está reinterpretando la ley?
- El gobierno reinterpreta la ley de una manera completamente acomodaticia. Plantea, por ejemplo, que Chávez no es un presidente electo, sino un presidente en ejercicio, y que juramentarse es ‘solo un formalismo’, como si los formalismos no fueran la base fundamental de la ley.
En su reinterpretación dicen que el formalismo no es necesario porque Chávez es presidente. Pero además se basan en que la propia Constitución no indica que el 10 de enero tiene que ser la posesión en la Asamblea Nacional, sino que podría ser en el Tribunal Supremo. Aunque no existe la fecha exacta, es obvio que el espíritu de la ley es que se haga el 10 de enero. Ellos se basan en ese vacío para decir que pueden no juramentar a Chávez y simplemente hacerlo cuando quieran en el Tribunal Supremo de Justicia. Además, para garantizar que Maduro se quede en el poder y no el presidente de la Asamblea, ellos tienen que ratificar el gabinete por el período posterior al 10 de enero, antes de que Chávez se juramente, para que Maduro quede como vicepresidente.
Eso indica que es más fácil ratificar también la figura de Diosdado en el Congreso o la Asamblea Nacional, para no generar la idea de que se están cambiando algunos poderes y otros se están manteniendo sin la presencia de Chávez. Es como generar una especie de statu quo.
- ¿No habrá entonces una disputa por el poder entre Cabello y Maduro?
- Eso puede ocurrir en el futuro, pero no a corto plazo. Es obvio que Cabello y Maduro no pertenecen al mismo segmento interno del chavismo, son actores diferentes y con una revolución distinta en la cabeza. Probablemente Diosdado pueda ser un dolor de cabeza para Maduro siendo este último presidente, pero por ahora no lo será por una razón fundamental: cuando hay un enemigo externo más grande, las diferencias internas se unifican. El enemigo externo más grande en este caso es la ausencia de Chávez y la posibilidad de que la oposición gane las elecciones.
- ¿Entonces la ausencia de Chávez llevará hacia la unificación del chavismo?
- Sí. Eso es lo que empezaremos a ver. Por eso en las negociaciones que se hicieron en La Habana tuvo que haberse incluido mantener a Diosdado como presidente de la Asamblea Nacional, con la garantía de que no se va a tomar el poder. En verdad, ni Maduro ni Diosdado tienen la fuerza ni el peso político de Chávez para poder ganar una elección, necesitan el endoso de Chávez y el único que lo tiene es Maduro. Si Diosdado lo retara, estaría perdiendo el único valor que le podría hacer ganar, sería un sinsentido.
- ¿Qué posibilidades le quedan a la oposición?
La oposición obtuvo el 45% de los votos en la pasada elección presidencial. Eso es más de lo que había alcanzado en ninguna otra ocasión, es prácticamente la mitad del país. Y lo hizo contra el original, es decir, contra Chávez. Para que el chavismo triunfe otra vez no puede presentar algo distinto al original, tiene que presentar un clon. Y por mucho que ese clon esté endosado, hay riesgos.
Sin embargo, hoy el favorito sería sin duda el chavismo y entre más rápido se realicen las elecciones, más favorito es. A corto plazo, Maduro es un satélite que refleja la luz de Chávez, pero con el tiempo esa luz se puede opacar. A corto plazo la emocionalidad va a ganar las elecciones, pero en la medida en que la gente conozca a Maduro, lo vean gobernar, lo oigan y se den cuenta de que es infinitamente menor que Chávez, eso se puede convertir en un riesgo y la oposición tendría una oportunidad.
- ¿El hipotético candidato de la oposición sería otra vez Henrique Capriles?
- Sin duda, a menos que sea un tema de largo plazo y pretendan mantener a Chávez vivo con una máquina de oxígeno durante dos años. En el corto plazo es difícil que la oposición pueda cambiar de caballo, si ya tiene un líder que fue elegido con una mayoría importante y que tiene tanto recorrido. Incluso escoger un nuevo candidato sería una complicación, porque la elección tendría que hacerse en un plazo de 30 días una vez se decrete la ausencia absoluta de Chávez. En esos 30 días tendrían que convocar a unas elecciones primarias y luego hacer una campaña, ese tiempo es demasiado corto, por lo tanto su única solución inmediata es Capriles.
- Hay muchos rumores sobre la enfermedad de Chávez.
- Estamos ante las contradicciones entre el oficialismo y algunos medios, pero también hay inconsistencias entre las versiones de los chavistas...La estrategia del gobierno venezolano tiene secretismo. Las nuevas informaciones que hemos tenido con el ministro de Información dando partes —que son hasta cómicos porque no son partes médicos sino políticos— hacen que sea ridículo creerle al chavismo. Primero, porque han mentido durante año y medio y además lo han hecho deliberadamente para incluso permitir a Chávez ganar las presidenciales y poder hacer lo que están haciendo hoy. Los que en verdad saben sobre la enfermedad de Chávez son un núcleo muy cerrado, todos los demás chavistas no tienen idea de lo que está pasando, entonces las inconsistencias provienen de que los chavistas también están desinformados.
- Esas inconsistencias podrían ser contraproducentes para el mismo chavismo...
- Sí, pero recordemos que una falta de Chávez a quien más afecta es al chavismo como unidad. Para ellos esa amenaza va a crear más bien unificación. No soy tan optimista como la oposición, que piensa que este problema se va a resolver por una división interna del chavismo. En el corto plazo, el chavismo se va a unir. A largo plazo puede que las cosas cambien. Diferencias internas han existido y existirán en todas las revoluciones.
- ¿Y cómo ve la información tan específica que supuestamente filtran medios como ‘ABC’ de España?
- Los rumores son hipótesis que crea la sociedad para llenar un vacío de información. Hay en este caso un abanico tan grande de rumores, que probablemente alguno sean ciertos, el problema es saber cuáles. Son no verificables y por lo tanto no deben usarse para hacer análisis políticos.