El ex mandatario dejó las instalaciones policiales en el aeropuerto de Congonhas en el centro de la ciudad de Sao Paulo, tras prestar declaración durante tres horas y luego se retiró en un vehículo particular.
Sao Paulo. El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva dijo este viernes que la investigación en su contra es un circo mediático y que "no tienen nada que temer", luego de que la policía lo liberó tras interrogarlo en relación con un caso de corrupción.
Lula fue detenido por una tres horas el viernes para ser interrogado por una investigación federal de una enorme trama de corrupción, agravando una crisis política que amenaza a la presidenta Dilma Rousseff, su sucesora y compañera de partido.
Hablando con partidarios en la sede del Partido de los Trabajadores, Lula dijo que si el juez quiere interrogarlo lo único que tiene que hacer es preguntar.
En un comunicado, Lula dijo que este viernes imperó la "ira " y la "falta de respeto por la democracia".
La fundación de Lula, que ha negado cualquier irregularidad de parte del ex presidente, dijo en un comunicado el viernes que su detención era "una agresión contra la ley y la sociedad brasileña". El arresto "es arbitrario, ilegal e injustificable, además de una afrenta a la Corte Suprema", indicó.
Rousseff también ha negado reiteradamente las acusaciones.
Líderes del Partido de los Trabajadores salieron en defensa del ex presidente. El ministro de Trabajo, Miguel Rossetto, dijo que la detención era "un claro ataque a lo que Lula representa".
El ex mandatario dejó las instalaciones policiales en el aeropuerto de Congonhas en el centro de la ciudad de Sao Paulo (sureste), tras prestar declaración durante tres horas y luego se retiró en un vehículo particular.
Lula da Silva declaró en torno al escándalo de corrupción en la estatal Petróleo Brasileño Sociedad Anónima (Petrobras), la empresa más grande del país sudamericano.
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Al dejar el edificio, el ex mandatario se dirigió a la sede nacional del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), también en el centro de la mayor ciudad de Brasil y Sudamérica.
El ex jefe de Estado fue llevado la mañana de este viernes por agentes de la Policía Federal a declarar tras allanar su residencia.
El fiscal del caso, Carlos Fernando dos Santos Lima, afirmó previamente en rueda de prensa que el conjunto de indicios contra el ex mandatario es "bastante significativo".
Señalo que se le acusa de recibir presuntamente de manera directa o a través del Instituto Lula, al menos 30 millones de reales (unos US$6 millones) de las cinco principales constructoras del país involucradas con los desvíos en Petrobras.
*Con información de Xinhua y Reuters.