Aunque fue nominado a comienzos de mes para ser candidato del partido, se prevé que el tribunal electoral lo excluya porque la legislación del país margina a candidatos cuya condena se haya ratificado en una apelación, que es la situación de Lula.
Brasilia.- El Partido de los Trabajadores registró el miércoles al exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como candidato para las elecciones presidenciales de este año, pese a que cumple una sentencia de 12 años de cárcel por corrupción y varios procesos vinculados a sobornos.
Miles de partidarios marcharon hacia el máximo tribunal electoral cantando "Lula libre" y "Lula presidente" al acompañar a los líderes del partido a inscribir la candidatura a sólo horas de que venciera el plazo límite.
Aunque fue nominado a comienzos de mes para ser candidato del partido, se prevé que el tribunal electoral lo excluya porque la legislación del país margina a candidatos cuya condena se haya ratificado en una apelación, que es la situación de Lula.
El exmandatario está en prisión desde abril, pero aún lidera todas las encuestas electorales.
El PT echará mano de todos los recursos disponibles para retrasar cualquier decisión final sobre el registro de Lula, y decir que él es su único candidato. Fuentes dijeron que el exalcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, tomaría el lugar de Lula en los comicios si su inscripción no tiene éxito.
La policía dijo que unas 10.000 personas participaron en la marcha, donde no se registraron incidentes ni arrestos.
"Si ellos quieren derrotarme de verdad, háganlo en las elecciones". Además de la condena por haber aceptado la reforma de un apartamento a cambio de favorecer a una empresa en sus tratos con la petrolera estatal Petrobras, el ex mandatario tiene varios otros juicios pendientes por la megacausa sobre corrupción política "Lava Jato" ("Lavado de autos"). Lula niega todos los cargos y acusa a sus rivales y a las élites conservadoras de orquestar una persecución política.
"Si ellos quieren derrotarme de verdad, háganlo en las elecciones", reclamó Lula el martes en un artículo de opinión escrito para el diario The New York Times desde la prisión donde está recluido en Curitiba, en el sur de Brasil. "Como todas las encuestas muestran que yo ganaría fácilmente las elecciones de octubre, la extrema derecha de Brasil está intentando sacarme de la carrera", agregó.
Unas elecciones marcadas por la incertidumbre y el populismo. El próximo presidente será electo previsiblemente en una segunda vuelta el 28 de octubre. Las elecciones en la potencia latinoamericana se celebrarán en un clima de enorme incertidumbre. Brasil sufre aún los efectos de una fuerte recesión en los años 2015 y 2016, y está sumido en una grave crisis política y social, también debido al incremento de la violencia en metrópolis como Río de Janeiro y Sao Paulo.
Las revelaciones de corrupción de "Lava Jato" salpican prácticamente a todos los partidos políticos.
El enorme descontento popular ha favorecido el ascenso del populismo de ultraderecha de la mano del candidato Jair Bolsonaro, segundo en las encuestas por detrás de Lula con hasta el 19% de los apoyos, y favorito si el ex mandatario no puede postular finalmente. Bolsonaro es un controvertido militar en reserva calificado a menudo como el "Donald Trump brasileño" por sus diatribas nacionalistas y populistas. El actual diputado suele hace apología de la última dictadura militar (1964-1985) y protagoniza a menudo polémicas por sus declaraciones machistas, racistas y homófobas.
Lula gobernó Brasil durante dos períodos entre 2003 y 2011 y dejó el cargo con un índice de aprobación récord del 87 por ciento gracias a una economía floreciente y programas sociales que sacaron a millones de brasileños de la pobreza.
Pero su popularidad se vio afectada por acusaciones de corrupción y escándalos en los que se vio implicado su partido. El PT dejó el poder en 2016 cuando se destituyó a la sucesora de Lula, Dilma Rousseff, tras acusaciones de violar las leyes de presupuesto del país.
* Con información de Reuters y DW.