Un sondeo realizado por el Instituto de Investigación y Comunicación (IPEC) muestra al líder del Partido de los Trabajadores ganando con el 48% de los votos, muy por encima del actual mandatario, Jair Bolsonaro, quien obtendría un 21% de apoyo.

El expresidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, ganaría la primera vuelta de las elecciones previstas para 2022 con el 48% de los votos, frente al 21% de apoyo popular de su rival político, Jair Bolsonaro, según una encuesta electoral elaborada por el Instituto de Investigación y Comunicación (IPEC, por sus siglas en portugués).

Pese a que el margen de error se sitúa en dos puntos y medio, el IPEC garantiza la victoria al líder del Partido de los Trabajadores y plantea un segundo escenario en el que el exmandatario brasileño acapararía el 49% de los votos frente al 22% de Bolsonaro y entre un 6% y un 8% para el líder de Podemos, Sergio Moro, el juez que condenó y llevó a prisión Lula y que también es exministro de Justicia de Bolsonaro.

Según esta misma encuesta electoral, realizada a 2.000 personas en 114 municipios, el expresidente de Brasil acumula un 32% de apoyo entre las familias con rentas bajas y un 40% entre aquellos con educación superior. Asimismo, el 55% de los entrevistados que le apoyan tienen la educación primaria, según recoge el portal de noticias G1.

Por otro lado, las intenciones de voto de los encuestados son más evidentes entre quienes califican la administración de Bolsonaro como "mala o muy mala", aquellos que viven en el nordeste, un 63%, aquellos que viven a las afueras de la capital (55%) y la comunidad católica, con un 54% del apoyo.

Bolsonaro desaprobado con el 55%

La encuesta también revela que el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reprueba en la gestión de su gobierno. Así, el 55% de los brasileños dice que su administración es "mala o terrible" y el 19% lo califica como "excelente o bueno". Además, solo el 27% de los encuestados dicen confiar en Bolsonaro.

La intención de voto para Bolsonaro es notable en las regiones norte y este del país, con un 29% de apoyo y un 27%, respectivamente, y en el estrato social evangélico, asociado, normalmente, Lula.