El principal tribunal electoral del país invalidaría su candidatura cuando se inscriba el 15 de agosto y el partido eligió al ex alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, como compañero de fórmula que reemplazaría a Lula si fuera necesario.
Brasilia. Abogados del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva retiraron este lunes una solicitud ante el Supremo Tribunal Federal de Brasil para que sea liberado de prisión, ya que corre el riesgo de cerrar la puerta a su candidatura en las elecciones presidenciales de octubre.
Pese a que fue encarcelado en abril por una condena por corrupción y sentenciado a 12 años en prisión, Lula fue nominado el sábado por el Partido de los Trabajadores como su candidato presidencial. El ex mandatario afirma que su condena forma parte de persecución política para impedir que vuelva al poder.
El principal tribunal electoral del país invalidaría su candidatura cuando se inscriba el 15 de agosto y el partido eligió al ex alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, como compañero de fórmula que reemplazaría a Lula si fuera necesario.
Haddad dijo este lunes que Lula pidió que se retire la solicitud de liberación debido al riesgo de que el máximo tribunal brasileño decida simultáneamente que no puede postularse para un cargo público bajo una ley anticorrupción. Si el Supremo Tribunal Federal anuncia un fallo, el tribunal electoral no podría ver su caso.
Al registrar su candidatura justo antes de que cierre el plazo la próxima semana, Lula apunta a mantener la atención de Brasil en su caso durante el mayor tiempo posible, lo que ayudaría a transferir su apoyo popular a los votos para su partido.
"Era un pedido para su liberación, pero parece que la solicitud iba a ser utilizada para dictaminar sobre su capacidad de postularse en las elecciones", dijo Haddad a periodistas tras visitar a Lula en su prisión en la ciudad sureña de Curitiba.
"Lula siempre ha dicho que no intercambiará su dignidad por la libertad", dijo Haddad, un abogado que se sumó al equipo de defensa del exmandatario para poder visitarlo regularmente en la cárcel.
Lula gobernó Brasil durante dos períodos entre el 2003 y el 2010 y dejó el cargo con un índice de aprobación récord de 87% gracias a una economía en auge y programas sociales que sacaron a millones de brasileños de la pobreza.
Su popularidad ha sido afectada por acusaciones de corrupción y escándalos que han involucrado a su partido, que fue removido del poder en el 2016 cuando su sucesora fue acusada por violar las reglas de presupuesto.
Aún así, las encuestas muestran que alrededor de un tercio de los brasileños sufragaría por él si se le permite postular, casi el doble que su adversario más cercano, el candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro, y muchos de sus seguidores votarán por quien lo reemplace en la contienda.