Con 92,6% de los votos escrutados, Maduro tenía 5,8 millones de votos y su más cercano rival Henri Falcón, 1,8 millones, indicó la presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.
Caracas. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ganó este domingo un segundo mandato en una polémica victoria que llevó a sus contrincantes a pedir que se repitan las elecciones debido a las irregularidades que denunciaron.
Con 92,6% de los votos escrutados, Maduro tenía 5,8 millones de votos y su más cercano rival Henri Falcón, 1,8 millones, indicó la presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.
Un tercer candidato, Javier Bertucci, consiguió 925.000 votos, dijo Lucena, en una votación que tuvo una participación de menos del 50%, más baja que en comicios pasados en Venezuela.
"El pueblo de Venezuela decidió y decidió en paz", dijo Lucena, llamando a las instancias nacionales e internacionales a respetar los resultados.
Pese a su baja popularidad, el triunfo de Maduro, un exchofer de autobús de 55 años, se daba por descontada debido a su poderosa maquinaria electoral, la ausencia de los candidatos de la oposición más populares porque están presos o con prohibición para postularse y a que la coalición opositora llamó a abstenerse para no legitimar lo que dice es una "dictadura".
"Quedó grogui", dijo Maduro burlándose de Falcón después de ser declarado vencedor desde el balcón, el Palacio de Miraflores, ante miles de seguidores.
"Convoco a una jornada de diálogo nacional", agregó. "Me dedicaré por entero a la recuperación del crecimiento económico".
Falcón desconoció los resultados de la jornada y pidió que se repitan los comicios en octubre. Bertucci, el candidato minoritario, también reclamó nuevas elecciones.
"Sin duda alguna, carece de legitimidad", dijo Falcón.
Cerca de los lugares de votación en el país el gobierno instaló "puntos rojos", puestos en donde se escanearon los "carnet de la patria" que tienen muchos venezolanos, un documento con el cual reciben beneficios como cajas de alimentos subsidiados y bonos. La oposición dijo se usaron para amedrentar a los que dependen de esa ayuda para que voten por Maduro.
A media tarde, el presidente además ordenó facilitar transporte para llevar a votantes a que sufragaran.
"Espero que la revolución siga. No podemos arrodillarnos a ningún imperio. No podemos ir al Fondo Monetario como en Argentina. Ahora que la oposición deje gobernar. Ellos son los culpables de lo que está pasando aquí", dijo Ingrid Sequera, una voluntaria que trabajó un "punto rojo" tras haber perdido hace poco su trabajo en el Ministerio de Agricultura.
Venezuela, la nación con mayores reservas petroleras del mundo, sufre una recesión, hiperinflación y escasez de todo tipo de productos que deterioraron el tejido social y empujaron a más de un millón de venezolanos a abandonar su país.
Maduro culpa de la situación a una "guerra económica" de la oposición con apoyo de Washington para desbancarlo, pero sus críticos dicen que el mal manejo económico y los controles sobre la economía sumado a la caída del precio internacional del crudo que Venezuela exporta han desencadenado la situación actual.
Antes de la votación, Maduro reconoció que había cosas por corregir en la economía, que dijo fue "contaminada por el capitalismo"
Varios países han dicho que no reconocerán los resultados de las elecciones.
"Las elecciones en Venezuela no cumplen con estándares mínimos de una verdadera democracia", escribió el presidente conservador de Chile, Sebastián Piñera, en Twitter. "No son elecciones limpias y legítimas y no representan la voluntad libre y soberana del pueblo venezolano. Chile, como la mayoría de países democráticos, no reconoce estas elecciones".
Estados Unidos dijo el domingo que se analizan sanciones petroleras para castigar al gobierno de Venezuela y no al pueblo, y que en una reunión del G20 en Buenos Aires se discutirá una respuesta a la situación en el país caribeño.
En Barquisimeto, capital del estado occidental Lara, María Alejandra Gutiérrez, una empleada del gobierno de 27 años, dijo que decidió a votar después de recibir muchas llamadas en la que le preguntaban si había sufragado.
"Me decían '¿votaste, votaste?'. Entonces a última hora vine porque no tenía más remedio", dijo.