El llamado "primer presidente chavista", por ser el primer mandatario del bando del fallecido gobernante Hugo Chávez, anunció adelantó que uno de los objetivos de este viaje será garantizar alimentos para los venezolanos.
Caracas, EFE. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, parte este martes a una gira por Uruguay, Argentina y Brasil, mientras el país queda sumido en el escenario de conflicto que se inició el pasado 14 de abril tras las elecciones presidenciales que la oposición ha decidido impugnar.
El llamado "primer presidente chavista", por ser el primer mandatario del bando del fallecido gobernante Hugo Chávez, anunció este domingo que haría esta gira de tres días que empezará este martes, y el lunes adelantó que uno de los objetivos de este viaje será garantizar alimentos para los venezolanos.
Maduro hizo el comentario durante la actividad llamada "Gobierno de calle" que desarrolló en el estado Miranda, que dirige el líder opositor Henrique Capriles, mientras éste se aboca a su proceso de impugnar las elecciones que dieron el triunfo al chavista.
"Si la burguesía gobierna tan bien y son tan eficientes, debería haber plena seguridad (...) en Miranda, y ¿hay plena seguridad en Miranda? hay plena inseguridad en Miranda", dijo el gobernante.
El presidente viaja una semana después de que la Asamblea Nacional (AN-Parlamento) fuera escenario de una violenta pelea en la que varios parlamentarios opositores, a los que la mayoría chavista ha prohibido el derecho de palabra por no reconocer a Maduro, terminaron heridos.
Representantes de la oposición venezolana instaron este lunes a que el Parlamento pueda volver a funcionar con normalidad y se ponga fin al clima de agresiones, se retome el debate de las ideas y se cancele el intercambio de ofensas y de insultos.
Capriles, por su parte, dijo a través de su cuenta en Twitter que Maduro viaja "desesperado" al sur del continente para tomarse fotos con los presidentes y "tratar de tapar su ilegitimidad" además de reiterar que el hoy presidente "se robó la elección".
Más tarde, el líder opositor declaró en entrevista a Globovisión que mañana introducirá un nuevo recurso de impugnación ante el Supremo que contiene una lista de supuestas irregularidades cometidas durante los comicios entre las que mencionó centros de votación en los que Maduro obtuvo más votos que Chávez.
Comentó que su primera petición después de los comicios fue una auditoría del 100 % de los votos pero que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no aceptó incluir la revisión de los cuadernos de votación donde aparecen la huellas y firmas de los votantes por lo que tuvo que recurrir a la impugnación de las elecciones.
Además, recordó que este lunes arrancó la auditoría que aprobó el CNE sobre las mesas de votación que no fueron revisadas el día de las elecciones cuando Maduro se impuso por 225.000 votos.
El CNE tenía previsto arrancar la primera fase del proceso de revisión de cajas con votos pero ninguna fuente del organismo confirmó el arranque de forma pública.
Uno de los técnicos del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) indicó que la auditoría de verificación ciudadana al 46 % de las mesas de votación se realiza sin inconsistencias, según informó la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Precisamente el PSUV reiteró este lunes las acusaciones a Capriles de realizar acciones que justifiquen un pedido de ayuda a Estados Unidos y señaló que el presidente de ese país, Barack Obama, tiene vinculación con los supuestos "planes desestabilizadores" que se desarrollan en el país.
"Todos los planes desestabilizadores que se desarrollan en el país tienen vinculación directa con las declaraciones del presidente Obama", dijo el dirigente del PSUV Aristóbulo Istúriz, al referirse a las palabras del gobernante en las que señaló que "el pueblo venezolano debe elegir a sus líderes en elecciones legítimas".
Entre los planes desestabilizadores el chavismo también incluye los hechos de violencia que se registraron el 15 de abril, un día después de los comicios, cuando se produjeron manifestaciones en la calle que dejaron nueve muertos y al menos 70 heridos.
El alcalde de Caracas, el opositor Antonio Ledezma, que también fue acusado por Maduro de procurar que el gobierno de Estados Unidos intervenga a Venezuela tras realizar un viaje a Miami, se pronunció hoy sobre estas acusaciones y se defendió diciendo que está "trabajando por Venezuela".
"Andamos trabajando por Venezuela, esa es la misión que cumplieron los compañeros que estamos viajando por pocas horas al exterior, fuimos por ejemplo a EE.UU. y nos reunimos con decenas de venezolanos", declaró Ledezma en rueda de prensa.