El número de muertos en territorio mexicano supera al de países como Afganistán y Somalia, afirma el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres.
México es después de Siria el país del mundo que vive una situación de violencia mayor en número de muertos, según el informe anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres presentado hoy.
En el país latinoamericano, el IISS registró la muerte de 23.000 personas en 2016. La cifra incluye tanto a las víctimas de la guerra contra el narcotráfico como a las de la violencia en general. Las estadísticas oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública mexicano estiman el número en 20.824 homicidios dolosos en 2016. En Siria, el informe anual sobre conflictos armados del organismo calcula en 50.000 los muertos por la guerra civil, pero a diferencia de este país, la situación en México ha recibido "escasa atención" mediática, destaca el IISS.
Decrecen conflictos. El número total de muertos en conflictos se redujo ligeramente el año pasado en el mundo, con unas 157.000 víctimas mortales, frente a las 167.000 de 2015. "El número de muertes en México supera el de Afganistán y Somalia", dijo el director general del IISS, John Chipman. "Esto es sorprendente considerando que las muertes se pueden atribuir en casi todos los casos a armas pequeñas", añadió. El mexicano "es un conflicto marcado por la ausencia de artillería, tanques o aviación de combate", subrayó Chipman.
Por detrás de Siria y México se ubican Irak, Afganistán, Yemen, Somalia, Sudán, Turquía, Sudán del Sur y Nigeria. Pese a la reducción en la cifra total de muertos, los civiles "continúan sufriendo a gran escala", con por ejemplo 192.000 desplazados solamente en Sudán el año pasado.
Ciudades como campos de batalla. Por otra parte, Chipman destacó que el informe de este año revela que hay un traslado de los conflictos armados a las ciudades, con consecuencias terribles para sus habitantes y los refugiados, que también están buscando cada vez más protección en los centros urbanos.
En casi la mitad de los 36 conflictos mencionados en el informe, las ciudades juegan un papel clave, indicó Chipman. "Mientras que el insurgente típico antes combatía en las montañas, los bosques o en la selva, ahora él o ella se encuentra muy a menudo en un entorno urbano", dijo. La principal consecuencia de ello es un mayor sufrimiento para los civiles. También los refugiados buscan protección en las ciudades en vez de en campamentos aislados o zonas fronterizas. El traslado de los conflictos a las ciudades plantea enormes desafíos a las tropas gubernamentales, así como a las organizaciones humanitarias, que tienen dificultades para localidad a los refugiados en las urbes y prestarles ayuda.