En la resolución, Lenin Moreno no precisa la duración de la medida que deja al vicepresidente Jorge Glas, un ingeniero eléctrico de 47 años, sin facultades para ejercer tareas de representación que tenía en el Estado.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dejó sin funciones el jueves a su vicepresidente, en medio de una polémica por decisiones adoptadas por el mandatario, lo que generó una crisis interna en el movimiento oficialista.
En la resolución, Moreno no precisa la duración de la medida que deja al vicepresidente Jorge Glas, un ingeniero eléctrico de 47 años, sin facultades para ejercer tareas de representación que tenía en el Estado.
"Tanto la lealtad como el compromiso asumido por el proyecto político de la Revolución Ciudadana implican servir a la Patria en unidad de esfuerzos, lo cual no ha sido debidamente entendido por el Vicepresidente de la República", argumenta Moreno en el decreto ejecutivo.
Glas, quien fue vicepresidente del exmandatario Rafael Correa entre 2013 y 2017, aseguró desde su despacho que no renunciará al cargo y que continuará trabajando.
El vicepresidente cuestionó el miércoles en un comunicado las cifras presentadas por Moreno la semana pasada que revelaron una situación económica "crítica" por un fuerte endeudamiento y gasto públicos. Además rechazó el diálogo que el mandatario ha mantenido con sectores de la oposición.
"Debo confesar que me lo esperaba, me han retirado todos los encargos del presidente de la República por opinar, por criticar, por denunciar, por decir la verdad", dijo Glas a periodistas al calificar a la medida como una "traición a la voluntad popular" y una "retaliación política". "Sigo siendo el vicepresidente del país", agregó.
Las críticas de Glas se sumaron a las hechas por Correa en su cuenta de Twitter desde que entregó el poder tras una década en el cargo. Miembros del movimiento oficialista también se sumaron a la polémica. "A quien le estorbe ser parte del movimiento, la puerta está abierta", dijo a periodistas la secretaria de Alianza País, Gabriela Rivadeneria.
Más tarde, los 74 asambleístas del oficialismo hicieron un llamado a los dos funcionarios a evitar que sus criterios sobre temas de interés nacional pongan en riesgo el proyecto político y ofrecieron su intervención para restablecer la relación política en el Ejecutivo.
Cuando asumió el poder en mayo, Moreno designó a Glas como cabeza de algunas entidades vinculadas con el desarrollo productivo y un comité para la reconstrucción de las zonas afectadas por el devastador terremoto de abril del año pasado.
La Constitución del país establece que el vicepresidente tendrá que cumplir las funciones que le asigne el jefe de Estado, con lo que sustentó su decisión Moreno, quien no puede destituir a Glas porque su cargo es de elección popular.
El vicepresidente también ha sido vinculado a denuncias de corrupción relacionadas con la red de sobornos de la constructora Odebrecht en la región, aunque no ha habido ninguna resolución firme en su contra. Glas ha negado todas las acusaciones y ha puesto a revisión su patrimonio personal.
No obstante, el fiscal Carlos Baca confirmó que Glas es indagado por un "potencial" delito de peculado, luego que un informe de una entidad de control público lo responsabilizara, junto a otros exfuncionarios, por irregularidades en un contrato petrolero con una empresa de prestación de servicios local.
Otros sectores, entre ellos los empresarios, respaldaron la decisión de Moreno. Mientras que los opositores solicitaron la renuncia del vicepresidente.