La diputada venezolana María Corina Machado, de visita en Chile, conversó con AmericaEconomía.com sobre el inestable y lóbrego panorama político, económico y social de la nación bolivariana.
Violencia, partidismo, contiendas políticas y ciudadanas, además del desabastecimiento, han sido algunos de los temas que marcan la reciente cotidianidad de la vida pública venezolana. Tras la muerte del presidente Hugo Chávez, los enfrentamientos entre el oficialismo y la oposición no han cesado. El punto más álgido llegó el 30 de abril en la Asamblea Nacional, durante una sesión que se vio interrumpida luego de que varios diputados de la oposición fueran agredidos por colegas oficialistas tras la negativa de Diosdado Cabello para dar la palabra a quienes no reconocían a Maduro como presidente.
Una de las parlamentarias que se vio más afectada fue María Corina Machado, quien sufrió cuatro fracturas en los huesos de la nariz con desplazamiento del tabique nasal, por lo que debió ser intervenida quirúrgicamente. Machado, quien viajó a Chile liderando a un grupo de parlamentarios de la oposición venezolana, fue invitada por sus colegas locales para exponer estas y otras situaciones que aquejan a la nación. La diputada venezolana conversó con AmericaEconomía.com sobre el inestable y lóbrego panorama político, económico y social de la nación bolivariana.
-A su juicio, ¿cuál es el mayor problema que enfrenta Venezuela?
-La destrucción absoluta de las instituciones y la pretensión del régimen de controlar el poder al precio que sea. Esa vocación de sometimiento de una sociedad que ha llevado a Venezuela al nivel en que estamos, no solamente desde el punto de vista de la infraestructura. Hablamos de un país que ha vivido 15 años de bonanza petrolera. Cuando llegó Chávez, el precio del petróleo estaba a US$8 el barril, ahora está a más de US$108. Uno diría, Venezuela ha tenido todas las oportunidades para prosperar en todos los ámbitos, no solamente en lo económico, sino también en lo cultural, del desarrollo de la superación, de la sociedad. Y qué ha ocurrido, hoy día se nos caen los puentes, los hospitales, la carreteras, y las instituciones están por el suelo; y lo más grave es la degradación moral que ha ocurrido y la destrucción de los derechos humanos y democráticos. Entonces, un país que ha enfrentado un régimen que para permanecer en el poder ha pretendido someter a todos los sectores, y en lo económico, una dependencia absoluta de la sociedad en el control del Estado, por la vía de expropiaciones y controles, ha ido destruyendo la capacidad productiva.
-¿Qué responsabilidad asumen como oposición ante esta situación?
-Creo que hay una gran responsabilidad en haber subestimado la naturaleza del sistema, en haber pensado que era simplemente un régimen populista más, que generaba expectativas que no era capaz de cumplir, pero que al final la sensatez y los resultados económicos perversos o terribles iban a terminar generando la alternancia y el intercambio de poder. No nos dimos cuenta que esto es un proyecto transnacional con una vocación de poder absoluto que tiene vinculaciones peligrosas con otras fuerzas, incluso del crimen organizado, que se han ido apoderando de Venezuela y que incluso por la vía de los enormes recursos económicos que tiene nuestro país, podría ir logrando desde la indiferencia hasta la complicidad de todos los demócratas, en particular los de América Latina.
-¿A qué fuerzas o tipo de grupos se refiere, guerrillas como las FARC?
-¡Pero claro! ¡Por supuesto! Hasta el narcotráfico.
-¿Cómo están luchando para contrarrestar esta situación?
-Usted lo vio el 14 de abril. A pesar de toda la amenaza del uso abusivo y brutal de los recursos del Estado, los ciudadanos salimos a manifestar el deseo de vivir en democracia y libertad. Al fin y al cabo, el régimen chavista y ahora de Maduro subestima a los venezolanos porque cree que esto es un tema materialista, que se puede imponer este chantaje, no solamente económico y político, sino también espiritual que se puede generar cuando tienes a una persona dependiente del Estado y que dice, bueno, como no hay empleo privado y todo depende del Estado, anda con una soga al cuello, sin embargo, y eso me hace ser optimista y orgullosa de nuestra generación, se muestra que hay valores humanos superiores, la dignidad, la lealtad, el amor por la justicia, que hacen que nos sobrepongamos al miedo que se ha intentado sembrar. Eso se ve hoy día en la vocación de los venezolanos que seguimos luchando.
-Usted tuvo la oportunidad de participar en las primarias de la oposición contra Henrique Capriles, quien finalmente llegó a competir contra Chávez y Maduro después. ¿Qué cree que le faltó a Capriles para revertir la votación? ¿Quizás les faltó tiempo en la campaña?
-¡Pero cómo que nos faltó, si nosotros ganamos la elección! El 14 de abril ganó Henrique y los venezolanos, y la razón por la cual siento que ese cambio se dio fue porque en esta última elección se logró sembrar un espíritu de lucha, se tomó la decisión estratégica de hablar con la verdad, de no suavizar la realidad ni de la naturaleza del régimen ni de las condiciones bajo las cuales competíamos electoralmente. Antes de esa elección había prevalecido una tesis que yo creo que es equivocada. Si se critica al CNE, esto podía generar abstención y desconfianza, cuando en realidad los venezolanos, todos sabemos en qué condiciones estamos compitiendo. Se optó por hablar con la verdad: éstos son los obstáculos y ésto es lo que hay que hace para superarlos. Y por eso obtuvimos los resultamos que obtuvimos. Muy pocas personas creían que esa mayoría se iba a manifestar el 14 de abril y yo siempre dije, confíen en los venezolanos. Hoy en día el mundo sabe que los demócratas somos mayorías, que no lo quieran reconocer la instituciones o algunos gobiernos aliados; sabemos cuáles son las motivaciones, pero en el fondo saben lo que ocurrió y esto nos ha dado una nueva fuerza para luchar en un contexto tan complejo y difícil como vive Venezuela hoy en día. Donde en la práctica el golpe militar ya tuvo lugar, porque el señor Maduro al final es una marioneta del gobierno cubano y eso lo sabemos todos, incluyendo los gobiernos democráticos de América Latina.
-Respecto a la filtración del audio que revelaría el quiebre dentro del oficialismo, ¿qué información maneja usted al respecto?
-Desafortunadamente las cosas que se dieron a conocer por ese audio no sorprenden a los venezolanos. El nivel de decadencia moral que allí existe es algo que nosotros sentimos y que se manifiesta de muchas formas en el país, lo que ha sido sin lugar a dudas indignante, casi que dan nauseas ver cómo una persona que ha sido un protegido de Hugo Chávez, precandidato a una gobernación, manifiesta esa sumisión a un oficial de inteligencia de un régimen extranjero, es la entrega de la soberanía nacional. Ahora las tensiones son evidentes porque los genocidios son muy grandes y las ambiciones del poder son infinitas y la ausencia de escrúpulos es total. Ahora, lejos de debilitarnos, yo creo que estas informaciones y evidencias nos dan más fortaleza; yo no voy a opinar al respecto, le corresponde a las instituciones venezolanas, pero la respuesta que han tenido las personas aquí mencionadas, es prácticamente una confesión sobre la veracidad de esos hechos.
-¿Piensa que Maduro podrá terminar su mandato?
-La realidad es que nosotros hemos recurrido a todas la instituciones, se planteó que el Consejo Nacional Electoral efectivamente hiciera una auditoría integral de todo el proceso, como se comprometieron con Unasur y después se retractaron engañándonos a todos, a los venezolanos y latinoamericanos; ahí está la verdad. Esa es la prueba; quien no la debe, no la teme. Y después recurrimos al tribunal supremo de Justicia con un recurso de impugnación donde está toda la evidencia y aún no han contestado. Estas actitudes de las instituciones han confirmado nuestra posición. Ahora, ¿qué haremos los venezolanos? Nosotros tuvimos un mandato de la mayoría el 14 de abril y eso es luchar con la verdad por la verdad. La situación venezolana es terrible, en lo económico, social institucional y eso es responsabilidad de quienes llevan 15 años en el poder. Nosotros seguiremos haciendo nuestro trabajo que es defender a los venezolanos y hacer que se respete la soberanía popular. Hay diversos mecanismos que establece la constitución, que son derechos humanos y nosotros vamos a recorrerlos todos, constitucionales y democráticos, porque es la forma como hemos funcionado y los valores en los que creemos.
-De no concretarse este reconocimiento que alegan, ¿a dónde piensan recurrir?
-Primero, lo más importante son los ciudadanos y estos regímenes reaccionan cuando sienten la fuerza de la ciudadanía y cuando sienten que el costo político de mantener la represión se incrementa y por eso las acciones internacionales son fundamentales. Y por eso esta respuesta del congreso chileno y de los distintos parlamentos de América Latina tiene una enorme importancia, porque también le eleva el costo político interno a los gobiernos democráticos que por indiferencia, complicidad o por las razones que sea, pretenden ignorar un compromiso mutuo establecido en la carta democrática interamericana; no hay derecho en que la OEA, que reaccionó con tanta diligencia con lo sucedido en Ecuador, Paraguay, Honduras, que eran mucho menos severas, pretenda ignorar la situación venezolana y la verdad es que el señor Insulza cree que nosotros somos ingenuos o ignorantes cuando dice que él no puede hacer nada, porque la carta democrática, en sus artículos 19 y 20, le dan la potestad de reaccionar y todos los diputados de la unidad democrática le dirigimos una comunicación solicitando la activación de esa carta y eso es algo que todos los latinoamericanos deben saber.
-El desabastecimiento que afecta a Venezuela ha sido materia de profunda preocupación, ¿tiene temor que más allá de la rebelión democrática que pueda manifestar la gente, se escape de las manos la situación producto de la escasez?
-Eso es una escenario que evidentemente todos queremos evitar. Estamos hablando de un país que se habla que tiene más de ocho millones de armas ilegales en la calle, de 18 mil bandas criminales; por supuesto, que todos los venezolanos que entendemos los riesgos que esto representa buscamos una vía institucional y democrática y por eso estamos elevando nuestras voces ante las instituciones que aún controladas por el régimen cubano y el oficialismo, deban entender la responsabilidad histórica que tiene en estas horas. Y precisamente ellos, latinoamericanos que quieren Venezuela y que entienden que el riesgo de una ruptura constitucional o una explosión social es lo último que deseamos, debemos presionar para que sea por la vía institucional que se resuelva esta grave crisis política que tiene esa dimensión económica social e institucional; y es por eso que estamos elevando nuestras voces en nombre de la mayoría, que queremos vivir en paz, pero con libertad, porque paz sin libertad es sumisión, y eso es algo que jamás aceptaremos los venezolanos, ni del señor Maduro, ni del señor Chávez y mucho menos de los hermanos Castro.