Su padre fue secretario privado del general Alfredo Stroessner, líder de la dictadura que controló al país por 35 años. El domingo recordó a su papá en su discurso triunfal.
Asunción. Mario Abdo Benítez pasó de ser el hijo de uno de los hombres más poderosos de la última dictadura paraguaya a formar un pequeño movimiento político con el que fue ganando protagonismo hasta convertirse en el presidente del país.
Abdo ganó las elecciones del domingo al vencer a su rival de centroizquierda Efraín Alegre, según el Tribunal de Justicia Electoral. Asumirá como gobernante el 15 de agosto para los próximos cinco años.
Apoyado por el ala más conservadora del partido que gobernó Paraguay cerca de siete décadas -incluyendo los 35 años de dictadura del general Alfredo Stroessner-, Abdo avanzó hacia la presidencia con un discurso continuista que reivindicó la tradición centenaria de la agrupación.
Su llegada al Palacio de los López -sede del Gobierno paraguayo- no presagia grandes cambios en la política económica de su antecesor, el millonario Horacio Cartes.
"Yo llegué aquí y no era el favorito, ni el que tenía más dinero ni el que tenía más estructura (...) pero el pueblo salió a hablar", dijo en su último acto de campaña frente a miles de seguidores que agitaban banderas coloradas y en el que llamó a la unidad para hacer frente a los agravios.
Cuando era adolescente, "Marito" dejó su vida acomodada en Paraguay. Un golpe derrocó al régimen en 1989 y su padre, secretario privado de Stroessner, acabó encarcelado por un par de años, acusado de enriquecimiento ilícito. El domingo recordó a su padre en su discurso triunfal.
El exsenador de 46 años terminó la secundaria en Estados Unidos, donde se reunió con uno de los nietos del dictador con el que años más tarde fundó en Paraguay el movimiento político "Paz y Progreso".
Desde allí fue ganando espacios hasta convertirse en líder de la disidencia colorada durante la crisis política que se desató en reacción al proyecto de reelección del presidente Cartes en el 2017 y que terminó con parte del edificio del Congreso incendiado.
En su ascenso capitalizó el descontento al interior del partido hacia Cartes por su impronta empresarial que privilegió la designación de funcionarios de perfil técnico en detrimento de referentes colorados y grandes obras de infraestructura en vez de planes sociales.
Accionista en dos empresas vinculadas a la construcción, Abdo se declara defensor de la familia tradicional y enemigo del aborto aún en situaciones límite como los casos frecuentes de niñas madres que han puesto a Paraguay en el foco internacional los últimos años.
Casado en segundas nupcias, Abdo es padre de tres hijos, el menor de ellos con su última esposa.