El propio gobierno no ha anunciado festejos para la fecha, aunque se espera la presencia de los seguidores del mandatario en Champ de Mars, la principal plaza pública de Puerto Príncipe que flanquea el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo.
Santo Domingo. El presidente haitiano Michel Martelly cumple este miércoles tres años en el poder asediado por la oposición que reclama su renuncia, y ubicado en el centro de la atención de la comunidad internacional, que espera que Haití lleve a cabo unas cruciales elecciones parciales antes de que finalice el año.
La conmemoración tendrá como telón de fondo una nueva manifestación convocada por el Movimiento Patriótico de la Oposición Democrática (MoPod), que agrupa a varios partidos opositores, y por la Fuerza Patriótica por el Respeto de la Constitución (Fopark, en creole), que también exigen la liberación de "presos políticos", comicios generales anticipados y el fin de la supuesta "injerencia" de algunos países que insisten en la realización de elecciones.
El propio gobierno no ha anunciado fastos para la fecha, aunque se espera la presencia de los seguidores del mandatario en Champ de Mars, la principal plaza pública de Puerto Príncipe que flanquea el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, al oeste de la capital haitiana.
"A diferencia del año pasado, los tres años en de Michel Martelly en el poder, no serán celebrados con gran pompa", dijo Danielle Saint-Lot, portavoz del partido Tèt Kale, movimiento de apoyo al mandatario que fue convertido en partido político a mediados del 2012.
Saint-Lot, citada hoy por el periódico Le Nouvelliste, dijo que algunas iniciativas se llevarán a cabo por los grupos de base de Tèt Kale en todo el país, convocados a Champ de Mars a través de de mensajes de texto y de invitaciones en la radio y la televisión para celebrar desde el mediodía los "tres años de progreso".
"Queremos agradecer al Presidente de la República sus acciones en el campo de la educación y la infraestructura. Vamos a partir de diversos puntos de la ciudad", dijo por su parte Sauveur Gué, coordinador nacional del movimiento Base Michel Joseph Martelly (BMJM).
Michel Joseph Martelly asumió la presidencia de su país el 14 de mayo del 2011, con la promesa de restablecer la autoridad, el orden y la disciplina del Estado además de la seguridad jurídica, esencial, según afirmó entonces, para lograr la estabilidad del país, promover el desarrollo y atraer inversiones extranjeras.
Lanzado por el partido Repons Peyizan(Respuesta Campesina) y con el apoyo de Estados Unidos, el artista de 51 años ganó la presidencia el 20 de marzo del 2011 con un abrumador 67,57% de los votos, al enfrentarse a la ex primera dama Mirlande Manigat, que apenas logró el 31,74%.
La aplicación de reformas anunciadas durante su campaña fue demorada debido a diferencias con el Poder Legislativo, que en los primeros meses de su mandato rechazó a dos candidatos a primer ministro propuestos por el gobernante.
Tres años después, Haití vuelve a enfrascarse en una nueva crisis política pese al anuncio del presidente Martelly de que las elecciones se realizarán el 26 de octubre de este año, hecho luego de la firma de un acuerdo entre el Poder Ejecutivo, el Parlamento y los partidos políticos, logrado con la mediación de la iglesia católica.
El acuerdo, suscrito en marzo, establece que los comicios serán organizados por un Consejo Electoral Provisional (CEP) que derivará del actual Colegio Transitorio del Consejo Electoral Provisional, creado en diciembre del 2012 con nueve integrantes, tres en representación de cada poder del Estado.
Pero seis senadores se niegan ahora a cumplir el acuerdo y hasta propuso formalmente la formación de un nuevo órgano electoral para que organice los comicios.
Ante tal negativa, Martelly designó la semana pasada al CEP, y en un discurso dirigido a la nación dio garantías de que su gobierno pondrá a disposición del organismo "todos los medios necesarios para facilitar la celebración de elecciones justas en el país este año".
Sin embargo, la posición de los legisladores fue respaldada por cuatro de los principales partidos políticos de Haití, Ayisyen Pou Ayiti, Fanmi Lavalas, Fusion e Inite, que en un comunicado dado a conocer este martes, reclamaron la formación de un nuevo organismo electoral que garantice la realización de comicios "honestos, creíbles e inclusivos".
El conglomerado condenó además las "violaciones sistemáticas a la Constitución" por parte de Martelly, desde su llegada al poder, y lo responsabilizaron de que no se hayan realizado elecciones desde finales del 2011.
"La elección de los miembros del Consejo Electoral Provisional, seguido por su juramento y su instalación sin la aprobación del Parlamento y el Consejo Superior de la Judicatura, desacreditan aún más el proceso electoral y exacerbar la crisis", señaló el comunicado al que tuvo acceso Xinhua.
Los partidos también criticaron el "apoyo incondicional de la comunidad internacional a los excesos del régimen de Martelly", y aunque dijeron estar "plenamente conscientes de la importancia de la celebración de elecciones", son de la opinión que el "actual CEP no puede inspirar confianza entre esa organizaciones y la ciudadanía firmemente comprometidos con los valores democráticos".
En un nuevo esfuerzo por acercarse a la oposición, el gobierno anunció hoy la designación de un ministro encargado de las relaciones con el Parlamento, en reemplazo Ralph Theano, cuestionado por sus enfrentamientos habituales con los parlamentarios.
El nuevo funcionario, Phélito Doran, es un dirigente del partido Lavalas, que fue además presidente de la Cámara de Diputados hace dos años.
Haití debe elegir a diez senadores y a 140 autoridades municipales además de 1.140 asambleístas y representantes comunales en todo el país, en unos comicios que debían llevarse a cabo primero en el 2011 para los gobiernos locales, y en el 2012 después para el Senado de la República.
El acuerdo suscrito en marzo amplió las elecciones para un segundo tercio del Senado (otros diez senadores) y para los 112 representantes de la Cámara de Diputados.
La ceremonia de instalación de siete de nueve integrantes del consejo electoral, realizada este lunes, contó con la presencia de la embajadora de Estados Unidos en el país, Pamela A. White, y de la jefa de la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah), Sandra Honoré, lo que fue interpretado como un espaldarazo de la comunidad internacional al organismo.
Además, la prensa haitiana destacó una nota de la embajada de Estados Unidos en la que informa que el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, garantizó al Congreso de su país que Haití "está tomando medidas para la celebración de elecciones libres y justas".
Mientras tanto, la crisis demora el desarrollo del país, cuatro años después del terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter, que dejó oficialmente 222.570 muertos (300.000 según organismos internacionales) y daños materiales por 7.900 millones de dólares.
El sismo causó un millón y medio de damnificados de los cuales 137.543 viven aún en alguno de los 243 campamentos que existen aún sobre todo en Puerto Príncipe.
El gobierno de Martelly destaca entre sus logros más recientes el cierre de más de 1.200 campamentos para damnificados y la reubicación de 1,3 millones de personas, además de la recuperación de "prácticamente todos los lugares turísticos de todo el país", cuando éste ha recibido apenas 4.000 millones de dólares los países donantes, de los 13.000 millones que requiere para culminar la reconstrucción.
Además, la actual administración pone de relieve sus programas sociales que permitieron subvencionar la educación de casi 1,6 millones de niños, 400.000 más que el año anterior, y que dieron de comer cada día a 97.000 personas en extrema pobreza.
El primer ministro haitiano Laurent Lamothe, en compañía de la ministra delegada de Derechos Humanos y la Lucha Contra la Pobreza Extrema, Rose-Anne Auguste, y el ministro de Asuntos Sociales y Trabajo, Charles Jean Jacques, puso en marcha hoy un ambicioso Plan de Acción para la Reducción Acelerada de la Pobreza (PAARP en francés), que busca hacer frente a una situación que según la ONU afecta al 77% de la población.
"La superación de la pobreza no es un acto de caridad, sino un acto de justicia. Estoy citando a Nelson Mandela", dijo Lamothe en su cuenta de Twitter, en la que también colgó una foto suya con Tom Shannon un importante funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos, que visita Haití estos días.
Pero la oposición haitiana se niega a reconocer los avances que muestra el gobierno, y por el contrario cuestionan las políticas de la actual administración, "que no ha mejorado en nada la calidad de vida de los más necesitados".
En una rueda de prensa realizada este martes, los abogados opositores André Michel y Newton Saint Just, enconados adversarios del gobierno, criticaron los primeros tres años de Martelly en el poder, durante el cual "sólo el anillo del gobernante se enriqueció por encima de la miseria de la gente" y la administración no cumplió ninguno de sus compromisos en el marco de los programas sociales promovidos por el gobierno.
Los dirigentes también destacaron que la aceleración de la dependencia del país con respecto a la comunidad internacional, el debilitamiento de las instituciones y la aceleración de la brecha social son tres factores que caracterizan al gobierno, además de su supuesta incapacidad para defender a las víctimas del cólera ante la ONU, a la que se le acusa de haber introducido el mal, y de estar involucrado en numerosos casos de corrupción.