Para el año 2020, habrá 27 megaciudades con más de diez millones de habitantes, casi todas en países en desarrollo. Surgen, entre otras cosas, del hecho de que las ciudades individuales están uniéndose en grandes metrópolis.
Adiós al campo y en camino hacia la ciudad. Así se decidieron millones de personas en las últimas décadas. A mediados del siglo XX, sólo el 30% de la población vivía en las metrópolis. Hoy ya es más del 50%. Y el crecimiento continúa veloz, incluso sin el abandono de tierras rurales. Porque en ninguna parte nacen tantos hijos como en las ciudades del mundo. Como resultado, se espera que para el 2050 el 80% de la población viva en las ciudades.
Especialmente muchos bebés nacen en las metrópolis de Asia, América Latina y África. Por el contrario, la mayoría de las ciudades de los países industrializados están creciendo más lentamente que antes o incluso pierden a sus habitantes. El área de Tokio está considerada desde los años 60 como una de las regiones metropolitanas más grandes del mundo.
Para el año 2020, habrá 27 megaciudades con más de diez millones de habitantes, casi todas en países en desarrollo. Surgen, entre otras cosas, del hecho de que las ciudades individuales están uniéndose en grandes metrópolis. Es que muchas ciudades continúan expandiéndose. Pero no siempre hay suficiente lugar para ello. Es por eso que en la mayoría de las ciudades la gente vive en un espacio cada vez más estrecho.
900 millones en barios marginales. Quien busque espacio tendrá que dirigiese hacia Estados Unidos. Casi todas las ciudades en los últimos lugares del ranking se encuentran ahí. En Knoxville, Tennessee, por ejemplo, no viven ni siquiera 1000 habitantes por kilómetro cuadrado.
En las ciudades densamente pobladas de los países más pobres no solo hay falta de espacio. ¿Agua potable? Debe ser suministrado con frecuencia en recipientes. ¿Servicios sanitarios? Faltan en muchas partes del mundo, porque muchos apartamentos no están conectados a la canalización.
Un total de alrededor de 900 millones de personas viven en los llamados barrios marginales o zonas de pobreza, la mayoría de ellos en el África subsahariana. En esas zonas urbanas viven también muchos refugiados. En esas zonas informales, no solo la falta de infraestructura hace que la vida sea muy difícil. Son particularmente susceptibles a catástrofes naturales, ya que a menudo se encuentran en las laderas o en posibles zonas de inundación. De todos modos, la clasificación de una zona urbana como barrio marginal o bario pobre sigue siendo motivo de controversia.
Las ciudades también ofrecen oportunidades. Las Naciones Unidas hacen un llamamiento a todos los países para que mejoren la regulación de sus mercados inmobiliarios y promuevan la vivienda social con el fin de permitir que las personas con ingresos más bajos puedan disponer de viviendas asequibles.
En muchos países, sin embargo, falta una registro del terreno eficaz. Es decir, una planificación sobre cómo se usan los diferente tipos de terrenos.
El crecimiento de las ciudades continuará de una manera u otra: ya sea descontrolado o planeado. La ciudad de mañana será un modelo de éxito solo si los urbanistas y políticos proporcionan suficiente espacio verde para la recreación, el transporte limpio, suficiente espacio de vida y seguridad en las calles.
Si las condiciones generales son correctas, la metrópoli puede explotar sus puntos fuertes. Porque las ciudades son el motor del progreso e inspiran la creatividad de sus habitantes. No solo los bienes y los servicios se intercambian con mayor eficacia que en los campos, también facilita el intercambio de distintas opiniones. Por ello, al final podrían ser las ciudades las que impiden que la humanidad se convierta en victima de su propio progreso. Esto podría dar esperanza especialmente al continente africano. Según la ONU, allí el crecimiento de las ciudades será especialmente acelerado.