Los gobernadores estatales han vuelto a adoptar restricciones que limitan todos los servicios excepto los esenciales, pero Bolsonaro los ha atacado en los últimos días, al decir que estaban destruyendo los empleos de los brasileños que quieren trabajar.
Brasilia. Disgustados con el manejo del presidente Jair Bolsonaro de una pandemia que atraviesa su fase más severa, 16 gobernadores brasileños acusaron al líder de extrema derecha de engañar al país e instaron a aplicar un toque de queda a nivel nacional y al cierre de los aeropuertos.
Un año después de que comenzara el brote de COVID-19 en Brasil, el virus ha matado a más de 255.000 brasileños. Sin embargo, poco más del 3% de los 210 millones de habitantes han sido vacunados, lo que genera críticas a Bolsonaro por no asegurar el suministro oportuno de vacunas.
La semana pasada fue la más letal hasta ahora para el brote de Brasil, con un promedio de casi 1.200 muertes confirmadas por día según datos del Ministerio de Salud. Las unidades de cuidados intensivos de las principales ciudades del país han alcanzado niveles críticos de ocupación, no vistos desde el primer pico de la pandemia en julio pasado.
Los gobernadores estatales han vuelto a adoptar restricciones que limitan todos los servicios excepto los esenciales, incluso en la capital de Brasil, Brasilia, que decretó un cierre de 24 horas.
Bolsonaro, quien ha minimizado la gravedad del virus y ha dicho que está bien si la gente se niega a vacunarse, atacó a los gobernadores en los últimos días, al decir que estaban destruyendo los empleos de los brasileños que quieren trabajar.
Durante el fin de semana, Bolsonaro, sus hijos y algunos ministros del gobierno acusaron a los gobernadores en las redes sociales de no haber utilizado adecuadamente los fondos federales para enfrentar la pandemia.
"Cerrar una ciudad o estado para decir que estás haciendo algo es como ser un dictador anónimo", dijo el lunes el senador federal Flavio Bolsonaro, el hijo mayor del presidente, en un evento en Río de Janeiro. "Un cierre es una señal de un mal administrador".
Dieciséis de los 26 gobernadores estatales de Brasil, incluidos tres gobernadores aliados de Bolsonaro, respondieron públicamente el lunes diciendo que el presidente está mintiendo a la nación y proporcionando datos falsos sobre el financiamiento federal a los estados.
Horas después, la asociación nacional de secretarios estatales de salud CONASS criticó al gobierno federal por la falta de coordinación en todo el país en la lucha contra el COVID-19.
Se quejaron de un enfoque poco sistemático de cada estado y ciudad y pidieron un toque de queda nacional y el cierre de los aeropuertos para detener la propagación del virus.
"Todo el país está colapsando, todos los estados", dijo João Gabbardo, jefe del grupo de trabajo COVID-19 en Sao Paulo. "No podemos seguir enfrentando esta pandemia sin un enfoque unificado y una dirección única dada al público".