La primera ministra británica dijo este lunes que no habrá una nueva votación sobre la salida británica de la Unión Europea, despejando en parte las dudas sobre si la líder mantendría a firme su compromiso de buscar un Brexit "favorable a los negocios".
Londres. La estrategia de la primera ministra británica, Theresa May, para dejar la Unión Europea parecía en riesgo este lunes luego de que dos importantes ministros euroescépticos renunciaron a sus cargos, en protesta por los planes de la mandataria de mantener estrechos lazos con el bloque después del Brexit.
El canciller, Boris Johnson, presentó su dimisión este lunes horas después de la salida del ministro del Brexit, David Davis. Ambas deserciones dejan expuesta a May, al frente de un gobierno que no logra cerrar filas sobre el más importante cambio de política exterior en casi medio siglo.
Sin embargo, May dijo este lunes, poco después de conocerse la renuncia de Johnson, que no habrá una nueva votación sobre la salida británica de la UE, despejando en parte las dudas sobre si la líder mantendría a firme su compromiso de buscar un Brexit "favorable a los negocios".
La libra esterlina caía un 0,2% desde unos US$1,3340 a US$1,3259, tras el anuncio de la renuncia de Johnson.
En el Parlamento, minutos después de que su oficina anunció que el canciller -la cara del Brexit para muchos británicos- había renunciado-, May dijo a los legisladores que apreciaba el trabajo de ambos ministros.
Y agregó con algo de ironía: "En los dos años desde el referéndum, hemos tenido un animado debate nacional, con puntos de vista potentes que se hicieron eco en la mesa del Gabinete, como lo han hecho en las mesas de desayuno de todo el país".
"Durante ese tiempo, he escuchado todas las ideas posibles y todas las versiones posibles de Brexit, señor presidente, éste es el Brexit correcto", dijo May ante el Parlamento en medio de abucheos del opositor Partido Laborista.
Equilibrio precario. Las renuncias aumentan los riesgos para May, quien creía haber logrado este viernes un acuerdo duramente negociado con un gabinete profundamente dividido para mantener las relaciones comerciales más cercanas posibles con la UE.
Pero ese delicado equilibrio comenzó a desmoronarse pronto, cuando Davis dimitió a última hora de este domingo y criticó duramente el plan de May, calificándolo de "peligroso" y que entregaría "demasiado muy fácilmente" a los negociadores de la UE, que simplemente pedirían más.
Con la renuncia de Johnson, podría cobrar fuerza una potente rebelión en las filas del Gobierno. Muchos defensores del Brexit en el Partido Conservador de May consideran que la mandataria ha traicionado su promesa de buscar una ruptura sin ambigüedades con la UE.
No obstante, las declaraciones de May en el Parlamento la mostraron aparentemente decidida a enfrentar a los disidentes en lugar de cambiar sus planes. Al ser consultada sobre la lucha de liderazgo en su partido, sonrió y señalo: "Continuaré haciendo el trabajo que el pueblo quiere que haga".