"Consideramos, por unanimidad, que este gobierno perdió la credibilidad y la confianza y que eso está provocando el deterioro de la economía", sostuvo el titular de la Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), Paulo Skaf.
Río de Janeiro. La mayor patronal brasileña, la Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), anunció hoy su apoyo a las manifestaciones para pedir la renuncia de la presidenta Dilma Rousseff por la pérdida de "credibilidad y confianza" en el gobierno.
"Consideramos, por unanimidad, que este gobierno perdió la credibilidad y la confianza y que eso está provocando el deterioro de la economía. Por eso consideramos importante participar, pacífica y respetuosamente, en la jornada del 13 de marzo", aseguró hoy el presidente de la Fiesp, Paulo Skaf.
Consideró que si Rousseff dimite o es destituida, Brasil podrá volver a tener un crecimiento económico y ello llevará un aumento de la confianza de los inversores en el país.
Resaltó que los empresarios están preocupados por la crisis política y especialmente por la económica, que ahuyenta a los inversores.
"Lo que provoca el descrédito del actual gobierno es un conjunto de hechos negativos. Perdimos 1,6 millones de empleos formales en los últimos meses; hay industrias y empresas cerrando sus puertas. No podemos asistir a eso callados", afirmó.
Aseguró que solicitará un aumento de la vigilancia al gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, para poder garantizar la seguridad de los manifestantes el domingo en las ciudades del estado más poblado y rico de Brasil.
Además de la Fiesp, considerada la principal y más influyente patronal del país, otras organizaciones empresariales también expresaron su apoyo a las marchas.
Las manifestaciones, organizadas por entidades sociales y que cuentan con el respaldo de la oposición, piden la renuncia de Rousseff y apoyan el juicio político que la oposición intenta impulsar en el Congreso para destituir a la mandataria.