Mientras La Repubblica salió con una primera página en blanco en rechazo a la normativa, el Corriere della Sera habló de "un día negro" y L'Unita ocupó una tipografía utilizada en tiempos de Mussolini.
Roma. La prensa italiana protestó este viernes contra unaley que regula las escuchas policiales e impone multas a los medios quepubliquen transcripciones.
La ley, que pasó un primer obstáculo con un voto deconfianza en el Senado este jueves, es fuertemente rechazada no sólo por lamayoría de los medios, sino también por magistrados que dicen que dificultarásu lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
El diario nacional de tendencia izquierdista La Repubblicasalió con una primera página en blanco, sin noticias, únicamente con unapequeña nota amarilla tipo "post-it" que decía "La ley mordazanegará a los ciudadanos el derecho a estar informados".
"Sacamos una primera plana en blanco para decir a loslectores (...) que la democracia ha sido invalidada", dijo La Repubblicaen un editorial de su redactor jefe, Ezio Mauro.
Corriere della Sera habló de "un día negro" parala justicia y L'Unita, el diario del mayor partido de la oposición, utilizópara su titular una tipografía que se usaba cuando el dictador fascista BenitoMussolini gobernaba Italia con puño de hierro y controlaba los medios.
El primer ministro Silvio Berlusconi dice que la nueva normaes necesaria para proteger la privacidad, pero la oposición acusa al Gobiernode maniobrar para encubrir la corrupción con otra ley hecha a medida, trasaprobar otras normas para evitar su procesamiento mientras esté en el cargo.
El sindicato de periodistas ha convocado una huelga para el9 de julio y prometido una "resistencia total, indefinida".
Los partidos de la oposición dicen que están dispuestos allevar su recurso al Tribunal Constitucional si la ley es aprobada en su formaactual en la Cámara de Diputados, algo que es muy previsible dado que lacentroderecha tiene también mayoría allí.
“Ley criminal”. La Stampa de Turín dijo que la ley pretendía "bajar eltelón" a la denuncia de escándalos y rechazó las afirmaciones del gobiernode Berlusconi de que protegería la privacidad. Il Fatto la llamó "leycriminal para criminales".
El proyecto de ley había languidecido en el Parlamentodurante meses. Pero el Gobierno rápidamente la desempolvó después de quealgunos periódicos publicaran transcripciones filtradas de una importanteinvestigación de corrupción sobre contratos de obras públicas que ha afectadoal gabinete de Berlusconi y ha llevado a dimitir al ministro de Industria,Claudio Scajola.
Los periódicos de este viernes dedicaron mucho espacio a losescándalos políticos, algunos en los que está directamente implicadoBerlusconi, que no habrían visto la luz con las nuevas normas.
Algunos magistrados, que planean su propia huelga contra laley, dicen que muchos arrestos importantes, particularmente de fugitivos de lamafia, no habrían sido posibles sin la ayuda de las interceptacionestelefónicas.
Según el proyecto, los magistrados pueden ordenar escuchassólo si tienen serias evidencias de que se ha cometido un delito. Tendrían queser aprobadas por un comité de tres jueces y sólo durarían hasta 75 días. Lasextensiones serían posibles sólo por periodos de tres días cada una.
Se necesitaría una autorización especial para pinchar losteléfonos de legisladores y sacerdotes.
Los medios no podrían publicar transcripciones o sumarios yse enfrentarían a restricciones si informaran sobre un caso antes del cierre deuna investigación preliminar, algo que puede tardar años en el lento sistemajudicial italiano.
Los editores que violen la ley podrían ser multados conhasta 450.000 euros, mientras que los periodistas se arriesgan a tres años decárcel.