Organizaciones civiles exigen a candidatos presidenciales programas de seguridad viables. Anuncian cumbre ciudadana por un México pacífico.

Ciudad de México. Masacres como las de Cadereyta, Nuevo León; las amenazas al sacerdote católico Alejandro Solalinde, así como los continuos asesinatos de periodistas, apresuran el análisis acerca de si México es ya un Estado fallido, reconocieron representantes de 200 organizaciones civiles.

Las agrupaciones defensoras de los derechos humanos y promotoras de esquemas de seguridad eficientes exigieron a los cuatro candidatos a la Presidencia de la República que presenten programas de seguridad que verdaderamente puedan proteger a los ciudadanos.

Los convocantes realizarán la Primera Cumbre Ciudadana para Construir un México Pacífico y Justo el 21 y 22 de mayo en el Palacio de Minería, a fin de presentar una agenda común de seguridad para los habitantes del país.

Maite Azuela, de la agrupación DHP, admitió que el tema del Estado fallido no puede ser eludido y debe someterse a debate, mientras Emilio Álvarez Icaza, del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, dijo que masacres como las de Cadereyta son una “señal dolorosa” para elaborar un nuevo diagnóstico de la inseguridad.

Por su parte, María Elena Morera de Galindo, presidenta de Causa Común, afirmó que México se ubica ya en una “crisis de violencia” que no debe someter a sus ciudadanos a ser “súbditos del crimen”.