Las indagaciones formales sobre el caso se iniciaron el jueves en torno al general de División retirado Tomás Angeles, ex subsecretario de la Defensa hasta el 2008, y al general Brigadier Roberto Dawe, quien estaba al frente de una zona militar en el occidental estado de Colima.
México amplió una investigación sobre lazos de altos mandos de las Fuerzas Armadas con el narcotráfico al extender la detención de dos oficiales, elevando así a cuatro el número de efectivos bajo sospecha, en el que podría ser el mayor caso de corrupción de militares bajo la gestión del presidente Felipe Calderón.
La Procuraduría General de la República (PGR) confirmó a Reuters el domingo que emitió una orden de arraigo por 40 días sobre el general en retiro Ricardo Escorcia para ser investigado por presuntos delitos de delincuencia organizada y contra la salud.
El mismo mandato judicial se aplicó al teniente coronel de caballería en retiro Silvio Isidro de Jesús Hernández.
Las indagaciones formales sobre el caso se iniciaron el jueves en torno al general de División retirado Tomás Angeles, ex subsecretario de la Defensa hasta el 2008, y al general Brigadier Roberto Dawe, quien estaba al frente de una zona militar en el occidental estado de Colima.
Fuentes judiciales citadas por medios locales indican que los cuatro militares han sido señalados por testigos de proteger al otrora poderoso cártel de los hermanos Beltrán Leyva, actualmente fracturado en varios grupos criminales.
Hasta la fecha, militares de diferentes rangos han sido acusados de tener vínculos con los cárteles o de cometer abusos contra la población civil, pero pocas veces se han arrestado o procesado a generales.
En México han muerto alrededor de 55.000 personas por la violencia del narcotráfico desde que a finales del 2006, Calderón lanzó una ofensiva con decenas de miles de soldados contra los violentos cárteles de las drogas.
La gestión del actual mandatario termina en diciembre.
