Entre las 72 personas asesinadas se contaban ciudadanos de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil, por lo que los representantes diplomáticos de esos países junto con lamentar el hecho, apoyarán la identificación de las víctimas.
México D.F. El presidente de México, Felipe Calderón, condenó el asesinato de 72 emigrantes que intentaban cruzar la frontera hacia Estados Unidos y fueron masacrados por un cártel del narcotráfico.
El jefe de Estado se manifestó "triste e indignado por la cobardía de los criminales. Hay que combatirlos con todo hasta terminar con esas bandas".
Asimismo entregó sus condolencias por las muertes.
El grupo de personas asesinadas estaba formado por ciudadanos de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil, por lo que los representantes diplomáticos en México de esos países manifestaron su dolor por el hecho, informó El Universal.
El embajador de El Salvador, Hugo Roberto Carrillo Corleto, dijo que su gobierno “lamenta y condena los hechos en los que murieron nuestros hermanos migrantes, y esperamos que se castigue a los culpables”.
Anunció que dos cónsules viajarán junto a las autoridades de la Procuraduría General de la República (para obtener información detallada que permita identificar los cuerpos.
Explicó que “el gobierno de mi país ha lanzado campañas de disuasión para que no viajen a México. Nosotros redoblaremos esa campaña”.
Por su parte el cónsul de Brasil, Augusto de Abreu e Lima, dijo que “esta es la primera vez que tenemos conocimiento de brasileños muertos en una situación como ésta, por lo que el consulado brasileño en la ciudad de México enviará a dos representantes a Tamaulipas a identificar los cuerpos”.
Testimonio del sobreviviente. Según el testimonio del único sobreviviente de la matanza, el hecho ocurrió este fin de semana cuando viajaban en un camión rumbo a Estados Unidos.
Explicó que fueron interceptados por un convoy del grupo de los Zetas, que con el uso de varias camionetas le cerraron el paso al vehículo e hicieron que los inmigrantes bajaran.
Narró que los zetas les ofrecieron trabajo como sicarios, diciéndoles que ganarían US$1.000 a la quincena, pero como todos rechazaron la oferta, fueron asesinados.
Explicó que pusieron a los 58 hombres y 14 mujeres –incluyendo menores de edad- contra la pared dentro de la bodega de un rancho y fueron fusilados con ráfagas de armas de alto poder.
Entre las víctimas estaba el ecuatoriano Luis Freddy, quien herido se hizo pasar por muerto y finalmente denunció el hecho ante la Armada de México que finalmente hizo el hallazgo.