Las acciones de quienes se resisten a la presencia de los civiles armados incluyeron la retención de un coronel del Ejército y 13 soldados, situación que obligó a movilizar a más de 300 efectivos para rescatar al mando militar y sus compañeros.
Parácuaro, Excelsior.com.mx. La tensión en la Tierra Caliente de Michoacán creció luego de dos días de bloqueos en la carretera Cuatro Caminos-Apatzingán por parte de pobladores que protestan por el avance de las autodefensas en la región.
La presidenta municipal de Parácuaro, Lucila Barajas, aseguró que ella fue la primera “sorprendida” con la presencia de autodefensas en su municipio; la funcionaria se apersonó este lunes en la carretera bloqueada y se quejó por la falta de apoyo de los gobiernos federal y estatal para rescatar a los 11 policías retenidos el domingo por los civiles.
Las acciones de quienes se resisten a la presencia de los civiles armados incluyeron la retención de un coronel del Ejército y 13 soldados, situación que obligó a movilizar a más de 300 efectivos para rescatar al mando militar y sus compañeros.
La Tierra Caliente enfrenta así unas de sus peores crisis de inseguridad: corridas de autobuses suspendidas, la carretera principal bloqueada con vehículos incendiados y la amenaza latente de más enfrentamientos entre civiles armados.
Retención de 14 militares sube tensión en Michoacán
Son detenidos por algunas horas y rescatados por más de 300 soldados; cumple bloqueo 48 horas; participantes piden al gobierno federal desarmar a las autodefensas.
Se cumplieron 48 horas de bloqueos en la carretera Cuatro Caminos-Apatzingán para protestar contra el ingreso de los grupos de autodefensa y la tensión crece en la Tierra Caliente michoacana por el eventual avance de civiles armados hacia la tenencia de Antúnez, un bastión histórico de Los Caballeros Templarios, otrora cártel hegemónico en Michoacán.
Las acciones de quienes se resisten a la presencia de los también llamados “comunitarios” incluyeron la retención de un coronel del Ejército mexicano y 13 soldados, situación que obligó a las fuerzas castrenses a movilizar más de 300 efectivos para rescatar al mando militar y a sus compañeros.
La presidenta municipal Lucila Barajas regresó de vacaciones, se apersonó en la carretera donde los civiles antiautodefensa mantenían el bloqueo, para asegurar que ella fue la primera “sorprendida” con el avance de la autodefensa a su municipio; la funcionara municipal también se quejó por la falta de apoyo de los gobiernos federal y estatal para rescatar a los 11 policías retenidos por los rebeldes.
La Tierra Caliente enfrenta así unas de sus peores crisis de inseguridad: corridas de autobuses suspendidas, con pérdidas de ocho millones de pesos según transportistas, la carretera principal bloqueada con vehículos incendiados y la amenaza de más enfrentamientos entre civiles.
Bloqueo cumple dos días
Habitantes de 12 comunidades se han manifestado durante dos días en la carretera Cuatro Caminos-Apatzingán; se dicen inconformes con la “complacencia” que el Ejército y la Policía Federal tienen hacia los grupos de autodefensa.
La mayoría de los manifestantes son hombres de entre 15 y 40 años de edad, quienes se dicen dispuestos a mantener el cierre de la rúa hasta que el gobierno del estado y la administración federal intervengan para desarmar a los grupos que irrumpieron el sábado en Parácuaro.
Desde las 10:30 horas iniciaron su movilización, algunos se dicen dispuestos a permanecer día y noche; otros sólo algunas horas y los más justifican sus ausencias intermitentes para atender a su familia; “no podemos estar mucho tiempo porque nuestros hijos están solos en la casa”, dice una mujer de 30 años quien además exige a reporteros que “publiquen la verdad”.
Entre quienes realizan la movilización hay campesinos, jornaleros, ejidatarios, pequeños propietarios, profesores, médicos, amas de casa, comerciantes y algunos adolescentes que en el día de los Santos Reyes aseguraron haber dejado los regalos para apoyar a sus padres en este movimiento de civiles desarmados.
Un carro de sonido fue instalado en el lugar de los hechos para arengar a los asistentes y exigirles que esta vez, “la manifestación es pacífica, no vamos a quemar carros y nada que lastime a los usuarios de la carretera”, dijo un hombre de aproximadamente 30 años, que dominaba el micrófono y que frecuentemente llamaba a protestar contra el “mal gobierno que permite el avance de la autodefensa”.
Retienen a coronel y 13 soldados
Minutos después de la 12:00 horas. Hubo un grito de alerta a quienes realizaban el bloqueo carretero, pues se acercaban dos vehículos militares; la instrucción de quienes dirigen a los civiles fue “dejarlos llegar para retenerlos y exigir al gobierno federal que vayan a desarmar a los comunitarios”.
Los soldados llegaron caminado hasta donde estaba el grueso de los manifestantes: “Queremos que nos acompañen a sacar a los hombres que se metieron a Parácuaro” le dijo un poblador al coronel que estaba a cargo de las dos patrullas militares.
El jefe militar señaló que sólo estaba ahí para pedir que le permitieran pasar y como respuesta recibió una persecución hasta los vehículos estacionados a unos 300 metros distancia.
“Vámonos”, dijo el jefe militar a su chofer, pero no le dejaron cerrar la puerta del vehículo militar y lo obligaron a bajar para retenerlo como medida de presión al gobierno federal: “No lo vamos a dejar ir hasta que vengan más militares para ir a Parácuaro y sacar a los comunitarios”, le advirtieron.
Durante más de una hora el coronel y su tropa estuvieron retenidos, hasta que llegaron los refuerzos: más de 300 soldados arribaron al sitio; un teniente coronel al mando les dijo: “Vengo por mis compañeros”.
Negociación
Por otra parte, autoridades de Michoacán continúan con las negociaciones para liberar a 11 policías estatales que fueron retenidos en Parácuaro el fin de semana en las instalaciones de la policía Federal, informó el procurador de la entidad, Marco Vinicio Aguilera Garibay.
Entrevistado por Adela Micha para Grupo Imagen Multimedia, el funcionario señaló que operativos conjuntos llevaron a restablecer la tranquilidad en Parácuaro y Apatzingán, tras los bloqueos