Muchos de los nombrados formaron parte de equipo de transición que diseñó Peña después de ganar las elecciones de julio. Ese grupo tuvo como objetivo lograr un traspaso ordenado del mando.
El presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, designó este viernes a su mano derecha Luis Videgaray como secretario de Hacienda y a su otro estrecho aliado Miguel Osorio como secretario de Gobernación, puestos clave para empujar reformas económicas pendientes y coordinar la seguridad del país.
Videgaray, un ex secretario de Finanzas de Peña cuando fue gobernador del populoso Estado de México, se hará cargo de impulsar en el Congreso -donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no tiene mayoría- una profunda reforma fiscal que ha prometido Peña para "modernizar" México.
Mientras tanto, la secretaría de Gobernación, a cargo de Osorio, un ex gobernador del central estado de Hidalgo, podría concentrar la negociación política con la oposición y la seguridad al absorber a la Secretaría de Seguridad Pública, de la cual depende la Policía Federal.
La concentración del poder en la secretaría de Gobernación dependerá de que el Congreso apruebe una reforma a la ley de la administración pública solicitada por Peña, quien llega a la presidencia en medio de una extendida violencia ligada con el narcotráfico que ha cobrado la vida de más de 60.000 personas en los últimos seis años.
El nuevo mandatario, que asume este sábado para un sexenio, también nombró al ex diputado federal Ildefonso Guajardo como su secretario de Economía y al ex presidente del PRI Pedro Joaquín Coldwell como secretario de Energía.
Al frente de la petrolera estatal Pemex designó a Emilio Lozoya, un hombre de finanzas cuyo único cargo público fue de analista del banco central hace años.
Coldwell y Lozoya serán piezas clave para empujar una reforma energética que Peña presentará probablemente en el 2013, especialmente para inyectar capital privado en Pemex.
"Confío plenamente en mi equipo de trabajo y reconozco su trayectoria, la cual avala su compromiso con México", dijo Peña en su cuenta de Twitter.
Osorio fue el encargado de anunciar al gabinete en una ceremonia celebrada en un hotel de la Ciudad de México.
Resultados para convencer. Muchos de los designados formaron parte de equipo de transición que nombró Peña después de ganar las elecciones de julio. Ese grupo tuvo como objetivo lograr un traspaso ordenado de mando desde el Gobierno de Felipe Calderón.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el máximo organismo del sector privado, dijo en un comunicado que dados sus perfiles y trayectorias los integrantes del gabinete sabrán cumplir con sus responsabilidades, mientras que observadores políticos deben dar algo más.
"Honestidad, resultados en materia de seguridad y una postura progresista respecto a la economía. Eso es lo que tiene que mostrar el PRI para convencer, y eso es un gabinete de resultados", dijo el analista Federico Berrueto.
El secretario de Hacienda saliente, José Antonio Meade, fue incorporado en el gabinete de Peña como nuevo canciller; mientras que Jesús Murillo será el próximo jefe de la Procuraduría General de la República (PGR), o fiscal general, un puesto clave dentro para la lucha contra el crimen organizado.
En el gabinete de Peña hay políticos vistos como miembros de la vieja guardia del controversial PRI, como el caso de Murillo, actual presidente de la Cámara de Diputados, quien deberá ser ratificado en la fiscalía general por el Senado, y el ex secretario de Gobernación Emilio Chuayffet, nuevo secretario de Educación.
Hay otros políticos que provienen de gobiernos de izquierda como Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social, y Manuel Mondragón, designado secretario de Planeación Institucional y hasta hoy jefe de la policía de la Ciudad de México.
Otros que formaron parte del equipo de Peña cuando fue gobernador del Estado de México son Alfonso Navarrete, nombrado secretario del Trabajo, y Gerardo Ruíz Esparza, nuevo secretario de Comunicaciones.