El fiscal para la atención de delitos contra la libertad de expresión, Ricardo Sánchez, dijo que se creó un grupo de apoyo técnico que se encargará de las pesquisas. El gobierno ha negado las denuncias de espionaje que alcanzaron a periodistas renombrados.
México pedirá colaboración al FBI para investigar una presunta intervención gubernamental ilegal a las comunicaciones de periodistas y activistas, anunció el lunes la fiscalía, que además pedirá los teléfonos móviles de quienes denunciaron haber sido espiados.
El fiscal para la atención de delitos contra la libertad de expresión, Ricardo Sánchez, dijo que se creó un grupo de apoyo técnico que se encargará de las pesquisas. El gobierno ha negado las denuncias de espionaje que alcanzaron a periodistas renombrados.
"Se pedirá al FBI de los Estados Unidos su colaboración" dijo Sánchez sin dar más detalles.
Activistas y periodistas en México denunciaron el lunes pasado que al menos 16 personas fueron víctimas de espionaje por parte del Gobierno, al que acusan de haber infiltrado sus teléfonos celulares con un software para combatir el terrorismo creado en Israel.
Sánchez dijo que pedirán a las empresas telefónicas los registros de llamadas de los celulares presuntamente infectados, y se les solicitará a todas las personas que denunciaron que sus móviles fueron intervenidos que aporten sus equipos físicos a la investigación para realizarles un análisis forense.
La autoridad buscará también que las empresas que venden equipos que posibilitan la intervención de comunicaciones en México informen a qué gobiernos estatales los entregaron y si en algún caso llegaron a instituciones diferentes.
El director de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Luis Fernando García, dijo a Reuters que mientras no se cumplan algunas de solicitudes hechas a la fiscalía, como incluir en las investigaciones a expertos independientes, las pesquisas no avanzarán.
García, quien además fue parte del equipo de investigación que destapó el caso, agregó que la fiscalía también tendrá que explicar en qué consiste la asistencia técnica que recibirán de diversas instituciones, como el FBI, e incluir un acuerdo con las víctimas, entre otras cosas.
El periódico The New York Times publicó hace una semana que México gastó cerca de 80 millones de dólares en un programa de espionaje que se ofrece a gobiernos con la condición de que sea utilizado para combatir a grupos criminales.
El presidente Enrique Peña Nieto dijo el jueves que la tecnología se había adquirido para combatir al crimen organizado y generar condiciones de seguridad para los mexicanos.
Pero en un discurso, pareció sugerir que buscaría que se aplique la ley contra quienes acusaron al Gobierno de estar detrás del espionaje. No obstante, un portavoz aclaró luego que se trataba de un error y que se busca sancionar a quien esté "involucrado en actividades de espionaje al margen de la ley".
