Los senadores aprobaron en lo general la minuta procedente de la Cámara de Diputados y el pleno de la Cámara Alta debería avalar este mismo martes la propuesta.
Ciudad de México. La reforma laboral es un hecho. “Entre 3 y 4 de la tarde la subiremos al pleno y la votaremos”, anticipó el líder del PRI en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, quien dijo que serán muy importantes los beneficios que acarreará no sólo para la clase trabajadora –hombres, mujeres, menores y discapacitados- sino sobre todo para el país, traduciéndose en un mejor nivel competitivo que genere más empleos, mejor remunerados.
Minutos antes, las comisiones unidas del Trabajo y Estudios Legislativos Primera del Senado se allanaron en lo general al proyecto de decreto que sobre el particular le enviaran los diputados. Y todo está listo para que el pleno de la Cámara Alta también la avale, esta misma tarde.
Con 10 votos a favor y dos en contra, ambas comisiones aprobaron en lo general la minuta de la reforma laboral tal y como la devolvió la Cámara de Diputados.
Empero, tanto el PRD como el PAN preparan su pelea última en ambas comisiones y en el pleno, en torno a los artículos 388 bis y 390 de la eventual nueva Ley Federal del Trabajo, para tratar de eliminar los sindicatos blancos y los contratos de protección.
Sin embargo, acorde con los mismos senadores priistas y panistas, no se cree que el PRD alcance mayoría de votos para modificar la minuta procedente de San Lázaro.
El secretario técnico de la Comisión de Estudios Legislativos Primera, el priista Miguel Ángel Chico, senador del PRI, leyó el dictamen de ambas comisiones, advirtiendo que si no se respaldaba lo hasta ahora logrado, se corría el riesgo de que esta reforma se perdiera.
Javier Lozano, a nombre de los senadores de Acción Nacional, buscó y logró modificaciones a la exposición de motivos del dictamen −sobre el artículo 371, en el caso de la votación de las mesas directivas de los sindicatos−, como se las había regresado la Cámara Baja. “No se va a detener la reforma”, advirtió.
Alejandra Barrales, por el lado de los perredistas, se quejó de la prisa con que se estaba actuando para la aprobación de estos cambios en la LFT y dijo que no se debía insultar la inteligencia de los trabajadores pues, al final, esta reforma lesiona de fondo y de forma los intereses de la clase obrera.
Mientras 14 pisos abajo de la Torre de Comisiones, diversas organizaciones sindicales (SME, CROM, SNTTASS, UNT y otros) mostraban nuevamente su repudio a la reforma laboral, arriba, Barrales Magdaleno −apoyada por los panistas− se reservaba los artículos 388 bis y 390, argumentando que de no hacerlo sólo avalarían los contratos de extorsión y de simulación.
Por el lado de los priistas, Chico Herrera insistió en que en su partido sí estaban a favor de la transparencia y la rendición de cuentas sindicales, además de buscar que esta reforma abra nuevas fuentes de empleo, “pero siempre protegiendo los derechos de los trabajadores y la paz laboral”.