El presidente Felipe Calderón propuso en octubre una reforma para establecer un mando único policial a cargo de los gobernadores y que se ponga orden en la policía municipal,pero no se ha logrado acuerdo parlamentario.
México D.F. Un paquete de reformas sobre seguridad propuesto por el gobierno mexicano podría quedar estancado este año en el congreso, lo que significaría un golpe para los esfuerzos del presidente Felipe Calderón de contener la creciente violencia del narcotráfico.
La ola de ejecuciones ligada con una cruenta guerra entre los violentos cárteles de las drogas, que se disputan las rutas hacia Estados Unidos, ha dejado más de 31.000 muertos durante la gestión de Calderón, que asumió en diciembre de 2006, cuando el gobierno lanzó operativos antidrogas.
Para reforzar su estrategia, en la que participan decenas de miles de militares y policías, Calderón propuso en octubre una reforma para establecer un mando único policial a cargo de los gobernadores y que se ponga orden en la policía municipal, a menudo corrompida por los cárteles del narcotráfico.
"Ahora es crucial que todos apoyemos esta iniciativa que aún se encuentra en deliberación en el Congreso", dijo este jueves el presidente durante una sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, en el que participan gobernadores.
Pero un senador del partido de Calderón dijo que había rechazo en parte de las bancadas de la Cámara alta en torno a la reforma y que incluso no había consenso entre legisladores del oficialista Partido Acción Nacional (PAN).
Esta reforma es diferente a otro proyecto que impulsaba el gobierno y los estados meses antes, que implicaba eliminar las policías municipales y que fue criticado por alcaldes.
"Aquí hay mucha oposición (...) al mando único porque le da pues prácticamente todo a los gobernadores de los estados en perjuicio de los municipios", dijo Alejandro González Alcocer, del PAN, presidente de la comisión de Justicia del Senado.
Largo camino. El proyecto requiere más tiempo para su aprobación que otras reformas ya que los cambios constitucionales que contiene deben ser aprobados por la mayoría de los congresos estatales, después de que lo haga la Cámara de Diputados y el Senado.
El período de sesiones en el Congreso, donde negociaciones de reformas están contaminadas por elecciones estatales del próximo año, terminará el 15 de diciembre. Analistas creen que no serán aprobadas en 2010 reformas importantes. El próximo ciclo en el legislativo comienza en febrero.
Calderón presentó semanas atrás también un plan para modificar varias leyes dirigido a frenar el lavado de dinero y golpear así la estructura financiera de los narcotraficantes.
El senador José Trejo Reyes, del PAN, presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara alta, dijo que las reformas contra blanqueo de dinero, que incluyen la prohibición de comprar edificios y otros bienes en efectivo, entre otras medidas, "no ha caminado y tiene complicaciones".
"Es una iniciativa del presidente que se anuncia con mucha fuerza y que de repente se está estancando en el Senado (...) por lo que yo he percibido de senadores de todas las bancadas, no hay condiciones para que avance", agregó.
Reyes afirmó que en el remoto caso que el proyecto sea aprobado en el Senado, se haría con modificaciones a la propuesta de Calderón, pero lo más seguro es que ya no daría tiempo de ser revisado por los diputados.
Según analistas, también se ha estancado otra reforma de Calderón para regular la participación de las fuerzas armadas en el combate antidrogas, que ya fue aprobada por los senadores este año pero le falta la sanción de los diputados.