Mientras la secretaría de RREE mexicana indicó que el procedimiento aplicado “no otorgó al ex presidente Lugo los espacios y tiempos para la debida defensa”; el ministro del Interior chileno señaló que “la observación desprejuiciada que uno hace es que se trató de un proceso, quizás, demasiado rápido; como que no hubo debido proceso".
La secretaría de RR.EE de México consideró que al destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, no se le entregaron “los espacios y tiempos para la debida defensa, como lo requería la trascendencia de la decisión que condujo a la remoción de su cargo”.
En una declaración pública frente a la destitución de Lugo, la cancillería mexicana indicó que “si bien se reconoce que el proceso de juicio político se desarrolló siguiendo el procedimiento establecido en el texto constitucional paraguayo, México considera que dicho procedimiento no otorgó al ex Presidente Lugo los espacios y tiempos para la debida defensa, como lo requería la trascendencia de la decisión que condujo a la remoción de su cargo”.
Añade que “el gobierno de México hace votos para que se mantenga el diálogo entre las distintas fuerzas políticas de ese hermano país y se eviten en todo momento actos de violencia”.
Asimismo, “México reconoce el valor y civismo del ex presidente Lugo por respetar el fallo del Senado paraguayo como forma de alcanzar una solución a la crisis política por la que atraviesa su país”.
También puntualizó que “es indispensable garantizar la integridad física del ex Presidente Lugo y otorgarle todas las garantías de ley correspondientes”.
El gobierno mexicano expresó “su deseo de que esta situación sea resuelta en un marco de legalidad y concordia”.
Ministro chileno. En la mismo línea se manifestó este sábado el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien dijo que “nos duele" lo sucedido en Paraguay.
Puntualizó que “la democracia es definitivamente un valor supremo que hay que cautelar con mucho cuidado, y aquí se ha producido la destitución de un presidente a través de un proceso que está dentro de las posibilidades constitucionales de Paraguay, pero la observación desprejuiciada que uno hace es que se trató de un proceso, quizás, demasiado rápido; como que no hubo debido proceso".
Aclaró que no le compete tomar una posición oficial en nombre de Chile, pues ello “le tocará al presidente y al ministro de Relaciones Exteriores hacer los anuncios que correspondan en esa materia", informó Radio Cooperativa.
También el presidente de Colombia, José Manuel Santos, cuestionó el punto. Afirmó que "en la práctica le dieron (a Lugo) sólo dos horas para su defensa en el Senado porque (esta cámara) estableció su propio reglamento, lo cual va un poco contra el sentido común y la lógica".
En tanto, el gobierno de Estados Unidos se refirió escuetamente sobre el tema.
Una portavoz del Departamento de Estado para América Latina, Darla Jordan, afirmó que “pedimos a los paraguayos que actúen de manera pacífica, con calma y responsabilidad, según el espíritu de los principios democráticos de Paraguay", publicó Emol.
Por su parte, en una declaración pública, España comunicó que "el Gobierno español ha tomado nota de la decisión del Presidente Lugo de acatar la resolución del Senado por la cual le destituía de su cargo".
“España defiende el pleno respeto a la institucionalidad democrática y el estado de derecho y confía en que Paraguay, en el marco del respeto a su Constitución y a los compromisos internacionales, logre encauzar la actual crisis política, así como salvaguardar la convivencia pacífica del pueblo paraguayo”, afirmó.
Explicó que mantiene contactos con los países de Unasur y de la OEA, “y desea colaborar con ellos para ayudar a Paraguay a superar esta situación”.