Después de ocho meses de intenso debate, la Cámara de Diputados, aprobó la primera parte de uno de los proyectos clave de la mandataria socialista.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, dijo este martes que el gobierno alista la segunda fase de una emblemática reforma educacional, luego que el Congreso despachó los proyectos que garantizan la gratuidad y ponen fin al lucro y a la selección de estudiantes en los colegios.
Después de ocho meses de intenso debate, la Cámara de Diputados -dominada por el oficialismo- aprobó este lunes en un tercer trámite legislativo la primera parte de uno de los proyectos clave de la mandataria socialista.
"Todos estamos contentos porque dimos un primer paso, un paso enorme para que Chile al fin tenga un sistema educativo más moderno, de calidad, gratuito y sin discriminación", dijo Bachelet en un acto público.
"Ahora, la reforma sigue con otros proyectos. Vamos a tener los proyectos vinculados a (fortalecimiento de los) profesores, desmunicipalización (eliminación de la dependencia de los municipios), los proyectos de gratuidad en la universidad", agregó.
Entre las propuestas aprobadas se incluye el fin al retiro de utilidades en escuelas que reciben aportes del Estado. Con esto se busca frenar el enriquecimiento de particulares a través de la educación.
También se aprobó que el Estado amplíe la cobertura que actualmente entrega por cada estudiante en el caso de los colegios que reciben subvención, de modo que las familias no deban desembolsar recursos para completar el costo de la educación de sus hijos.
"(Esto) nos va a permitir que nunca más nuestros niños y niñas puedan ser discriminados por sus condiciones familiares o sociales", dijo Bachelet.
Los profundos cambios a la educación, que serán financiados a través de una millonaria reforma tributaria aprobada el año pasado, buscan transformar la "enseñanza de calidad" en un derecho transversal en uno de los países con peor distribución de la riqueza en la región.
No obstante, la mandataria reafirmó que el país necesita dar un nuevo salto en materia educacional, mediante el traspaso de los colegios públicos actualmente en manos de los municipios a una entidad estatal, junto con el fortalecimiento de la calidad de los docentes.
"Necesitamos profesores reconocidos con buenos salarios, con condiciones laborales dignas. También necesitamos que los colegios vuelvan al Estado y que podamos trabajar en una nueva institucionalidad y por cierto nos parece fundamental que nadie quede fuera de la universidad", dijo Bachelet.
Con estas iniciativas se busca poner fin a otra de las herencias dejadas por la dictadura de Augusto Pinochet, quien bajo su régimen (1973-1990) traspasó la administración de las escuelas públicas a los municipios desde el Estado.
Bachelet también busca dar gratuidad a los estudios universitarios, en medio de la fuerte competencia y costosos aranceles de las instituciones privadas.