La conmoción generada por el deceso del ex mandatario argentino quedó reflejada en la vigilia de miles de personas en la Plaza de Mayo para asistir al velorio de Kirchner, cuyos restos arribaron a Buenos Aires la madrugada de este jueves.

Buenos Aires. Miles de argentinos se mantenían este jueves en vigilia en la histórica Plaza de Mayo para despedir al ex presidente Néstor Kirchner, cuya muerte sacudió al Gobierno de su esposa, Cristina Fernández, a quien aspiraba a suceder en las elecciones del próximo año.

Los restos de Kirchner llegaron la madrugada de este jueves a Buenos Aires, mientras su esposa, la presidenta Cristina Fernández, llegó en otro vuelo, también de madrugada, acompañada de su hijo Máximo.  

Kirchner, quien tenía 60 años y era considerado el político más poderoso de Argentina, será velado desde esta mañana de jueves en la Casa Rosada, en una ceremonia fúnebre a la que se prevé asistirán al menos seis presidentes sudamericanos.

La muerte en la mañana del miércoles del ex mandatario, también diputado, secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y líder del peronismo gobernante, fue provocada por una afección cardíaca aguda.

Kirchner había sido sometido a dos intervenciones este mismo año por problemas en su corazón. La última internación había ocurrido hace 45 días.

En las adyacencias de la Casa Rosada, sede del Gobierno, seguidores de Kirchner y de su esposa agitaban banderas del país y dejaban claveles, rosas y mensajes de condolencia.

Algunos cantaban y prometían no abandonar a la mandataria, quien viajó a Buenos Aires desde la ciudad patagónica de El Calafate, donde murió Kirchner.

"Soy peronista de alma, me duele esto carajo, porque hiciste esto Néstor. Néstor, volvé, la puta madre", sollozó Marcelo Páez, de 56 años, un operario de una fábrica automotriz.

"Quédate tranquilo Néstor, Cristina sóla no está. Están los trabajadores que la vamos a cuidar", cantaba un grupo de sindicalistas en la plaza, sede de históricas manifestaciones de protesta y festejos del pueblo argentino.

Las banderas en Buenos Aires estaban a media asta y las autoridades federales declararon un duelo de tres días.

Diversos mandatarios del continente manifestaron su pesar.

"En nombre de los estadounidenses, ofrezco mis sinceras condolencias a los argentinos y a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por la muerte de Néstor Kirchner", dijo el presidente estadounidense, Barack Obama.

La noticia de la muerte de Kirchner, quien participaba en muchas de las decisiones de la actual mandataria, disparó el precio de los bonos y las acciones argentinas.

"Después del general Perón, es el mejor presidente que hubo", dijo Estela Orellano, una ama de casa de 56 años que acudió a la Plaza de Mayo, donde está la Casa de Gobierno, para despedirse del ex mandatario.

Varios grupos de seguidores manifestaron que pasarán la noche acampando en los alrededores de la plaza.

Garantizar la estabilidad. Durante su Gobierno (2003-2007), Kirchner puso a Argentina en el camino de una recuperación tras la profunda crisis económica que tuvo su auge en el 2001/2002, implementó políticas estatistas y planes sociales, y tuvo a los derechos humanos como prioridad en un país muy lastimado por dictaduras militares.

Pero su estilo agresivo, confrontativo y calificado como autoritario por sus contrincantes fue desgastando su imagen tras pasarle la banda presidencial a su esposa, con quien se casó en 1975 y tuvo dos hijos, Máximo y Florencia.

"Cuando nos enfrentamos a la muerte, debemos dejar de lado todo cuanto pudo en algún momento ponernos en situación de divergencia. Sólo por la fortaleza de sus convicciones, Néstor Kirchner merece el respeto de la sociedad argentina", dijo el ex presidente Eduardo Duhalde, un duro contrincante.

Como Duhalde, gran parte de la oposición argentina expresó condolencias por la muerte de Kirchner y apoyo a la mandataria, haciendo una pausa en la cruenta lucha política del país, caracterizada por posiciones irreductibles de grupos antagónicos.

La poderosa central obrera CGT, cercana a la presidenta gracias a las alianzas que tejió Kirchner, manifestó su apoyo al Gobierno.

La muerte de Kirchner obligará a replantear la estrategia del Gobierno para los comicios del octubre del 2011, en los que la mandataria podría llegar a presentarse para la reelección.

Diversos analistas consideraron que su ausencia llevaría a Fernández a tomar un camino más moderado para garantizar la gobernabilidad y evitar que se agriete su apoyo a un año de las elecciones generales, dejando atrás choques con medios de prensa y un duro estilo de Gobierno.

Otros analistas, sin embargo, consideraron que Fernández mantendrá las políticas confrontativas pese a perder al que fuera uno de los mayores estrategas de su Gobierno.

Kirchner formó una sociedad política con su mujer desde la universidad. Durante su presidencia se enfrentó con figuras internacionales como George W. Bush y Vicente Fox, al tiempo que se alineó con el Gobierno del venezolano Hugo Chávez.

"Ay mi querida Cristina... (por Fernández) ¡Cuánto dolor! ¡Qué gran pérdida sufre la Argentina y nuestra América! ¡¡Viva Kirchner para siempre!!", señaló el presidente venezolano.