En medio de un estruendo de silbatos y bocinas, la colorida marcha colapsó algunas arterias de la capital guatemalteca antes de concentrarse en la céntrica Plaza Constitución, donde los manifestantes esperan ser recibidos por un representante del Gobierno, que todavía no se ha pronunciado.
Ciudad de Guatemala. Miles de campesinos tomaron este martes las calles de Ciudad de Guatemala para exigir la renuncia del presidente Jimmy Morales, cuya popularidad se tambalea después de que su hermano y uno de sus hijos fueran imputados en un caso de corrupción.
En medio de un estruendo de silbatos y bocinas, la colorida marcha colapsó algunas arterias de la capital guatemalteca antes de concentrarse en la céntrica Plaza Constitución, donde los manifestantes esperan ser recibidos por un representante del Gobierno, que todavía no se ha pronunciado.
"Hace un año Jimmy Morales había triunfado con su lema ni corrupto, ni ladrón", dijo Estuardo Batz, uno de los líderes de la marcha. "(Ahora) tenemos el caso de (corrupción) Fulanos & Menganos, lo que quiere decir que este presidente sí es ladrón. Entonces, si nos mintió, que se vaya".
Morales ventiló el mes pasado rumores de golpe de Estado justo cuando su familia y su partido se vieron salpicados por varios escándalos que pusieron en duda su lema, con el que ganó la presidencia en 2015 tras la renuncia de su predecesor Otto Pérez Molina por un caso de corrupción.
Ataviados con sombreros de paja y trajes típicos, algunos campesinos agitaban pancartas con lemas de apoyo a la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICG), un ente autónomo respaldado por la ONU y Estados Unidos, ante los recientes cuestionamientos de algunos diputados y ex funcionarios a la lucha anticorrupción.
Los manifestantes también pedían la dimisión de decenas de diputados por aprobar préstamos para la construcción de una carretera a la constructora brasileña Odebrecht, que el año pasado se declaró culpable de haber sobornado a políticos y funcionarios de varios países de América Latina.
"Fuera Jimmy, el vicepresidente y todos los ladrones del Congreso", se leía en uno de los carteles de la marcha, en la que medios locales calculan que participaron unas 35.000 personas.