"Hay 2.000 elementos del ejército en los municipios declarados en estado de sitio", dijo Luis Miguel Ralda, ministro de la Defensa de Guatemala, luego que la semana pasada un grupo de militares fuera emboscado por supuestos criminales.
Izabal. Cientos de militares tomaron este lunes el control de la seguridad en seis de los 22 departamentos de Guatemala, cerca de la frontera con Honduras y México, tras la muerte de tres soldados la semana pasada.
El miércoles, un grupo de militares que realizaba un operativo en el departamento de Izabal, al norte del país, fue emboscado por supuestos criminales. Durante el ataque tres de ellos murieron, de acuerdo a datos oficiales. Tras los hechos el gobierno declaró "estado de sitio".
"Hay 2.000 elementos del ejército en los municipios declarados en estado de sitio", dijo Luis Miguel Ralda, ministro de la Defensa de Guatemala a la prensa. "Llevar tranquilidad, seguridad y paz a la población de esa región, eso es lo que esperamos", agregó el funcionario.
El "estado de sitio", declarado en los departamentos: Alta Verapaz, Zacapa, El Progreso, Izabal, Baja Verapaz y Petén, ubicados en el llamado "corredor de la droga", es una medida que limita las garantías constitucionales de los pobladores.
En Izabal, departamento donde ocurrieron los hechos, Reuters observó cómo militares revisaban a cada vehículo. En la zona selvática de la región se instalaron varios campamentos y se colocó un letrero con el mensaje "asuntos civiles".
El jefe militar reconoció que en estas zonas hay "un ambiente de inseguridad" derivado de las extorsiones, narcotráfico y otros delitos. En la escuela mixta caserío Semuy II, donde murieron los tres militares, los pasillos lucían vacíos ya que las clases fueron suspendidas por tiempo indefinido.
El día del ataque, militares pretendían detener a una aeronave que aparentemente trasladaba droga y que buscaba aterrizar en El Estor, Izabal, donde se ubica una de las 49 pistas ilegales que el gobierno tiene identificadas en esos departamentos.
Las pistas clandestinas son instaladas generalmente en grandes predios que grupos delictivos las utilizan para realizar operaciones ilícitas.
Guatemala, como sus vecinos El Salvador y Honduras, es un punto neurálgico para el trasiego de drogas desde Sudamérica hasta Estados Unidos. El narcotráfico ha querido ganar puestos públicos, según la DEA.
La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), cuyo mandato venció la semana pasada, sacó a la luz varios casos de políticos locales vinculados con el narcotráfico y crimen organizado.