En el tercer día consecutivo de protestas, campesinos e indígenas marchaban rumbo al centro de la capital, sede de la mayoría de los poderes públicos, para exigir además la renuncia de Morales y sus ministros con pancartas de "Jimmy non grato".
Ciudad de Guatemala. Miles de policías y militares impidieron el miércoles que cientos de manifestantes ingresaran al centro histórico de Ciudad de Guatemala para protestar contra el gobierno de Jimmy Morales por su decisión de no renovar el mandato de la comisión anticorrupción de Naciones Unidas, CICIG.
En el tercer día consecutivo de protestas, campesinos e indígenas marcharon rumbo al centro de la capital, sede de la mayoría de los poderes públicos, para exigir además la renuncia de Morales y sus ministros con pancartas de "Jimmy non grato" y "no más corrupción".
Pero el contingente de más de 2.000 policías, acompañado por militares con armas largas, los esperó acordonando el centro, a donde también llegaron estudiantes universitarios.
Al mediodía, el mandatario dio un discurso en el Congreso por el aniversario de la independencia, pero se enfrentó a un auditorio parcialmente vacío porque la gran mayoría de diputados opositores no asistieron en rechazo a la movilización de tropas.
"En mi calidad de diputado tomo la decisión de no participar en la sesión solemne del Congreso (...) en virtud del abuso de presencia militar y ante la inconformidad social y popular por las últimas decisiones del Ejecutivo", escribió en su cuenta de Twitter el opositor Amilcar Pop.
Morales anunció recientemente el fin del mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en septiembre de 2019, y prohibió el ingreso al país de su comisionado, el colombiano Iván Velásquez.
La Comisión fue determinante para que el ahora presidente fuera electo en 2015, después de que sus investigaciones llevaron a la renuncia de su predecesor, Otto Pérez Molina, quien está en prisión acusado de dirigir una mafia aduanera y malversar fondos públicos.
No obstante, en enero del 2017, la Fiscalía y la CICIG acusaron al hermano y a uno de los hijos de Morales de participar en un fraude, lo que dañó sensiblemente la popularidad del mandatario de 49 años.
"Hay libre emisión del pensamiento en Guatemala (...) pero libertad no significa golpear, abusar, romper, manchar", dijo Morales ante los aplausos de sus aliados en el Congreso. "Vuelvo a hacer un llamado a la paz, a la unidad".
Polémica en el Congreso. Los reclamos de los manifestantes se extendieron a unas polémicas iniciativas que el Congreso, dominado por los aliados de Morales, tiene planeado aprobar en los próximos días.
El martes, los congresistas se disponían a modificar la ley de antejuicios que, según opositores y especialistas, representa un retroceso para la democracia al permitirle al Legislativo remover la inmunidad de funcionarios públicos críticos. Pero las protestas adyacentes les impidieron llegar al hemiciclo.
El oficialismo y sus aliados buscan cambiar un artículo que permite a la Corte Suprema de Justicia conocer las solicitudes de antejuicio para transferir esa potestad al Congreso.
Además, quieren modificar la norma para que las peticiones de antejuicio que no obtengan los votos necesarios en el Parlamento no puedan volver a presentarse, como sucedió con Morales, sobre quien pesa una tercera solicitud de desafuero por la posible comisión del delito de financiamiento electoral.
Otras polémicas iniciativas que se están discutiendo en el legislativo son una que busca permitir a los casi 80 diputados tránsfugas del oficialismo adherirse a un nuevo partido político para las elecciones del próximo año y otra que quiere criminalizar el aborto terapéutico.