El Supremo Tribunal Federal autorizó este mes la investigación a Ricardo Salles luego de que redadas de la policía federal apuntaron al ministro y otros funcionarios que presuntamente permitieron la exportación ilegal de madera.
El ministro brasileño de Medio Ambiente, Ricardo Salles, renunció este miércoles, en medio de una investigación criminal sobre si obstruyó una investigación policial por tala ilegal en la selva amazónica.
El Supremo Tribunal Federal autorizó este mes la investigación a Salles luego de que redadas de la policía federal apuntaron al ministro y otros funcionarios que presuntamente permitieron la exportación ilegal de madera.
"Entiendo que Brasil, a lo largo de este año y el que viene, en la inserción internacional y también en la agenda nacional, necesita tener una unión muy fuerte de intereses", dijo Salles a periodistas en Brasilia. "Y para que so se haga de la manera más serena posible, le presenté al señor presidente mi solicitud de renuncia".
El saliente ministro actuó como negociador líder para Brasil en las conversaciones con Estados Unidos sobre financiamiento para preservar la selva amazónica, donde la deforestación ha aumentado desde que asumió en 2019 el presidente de derecha, Jair Bolsonaro.
Dichas negociaciones se habían estancado, con la última reunión celebrada hace más de un mes, según dos fuentes cercanas al asunto, que dijeron que no está claro si la demora estaba relacionada con Salles.
Salles se había enfrentado a fuertes críticas de los defensores del medio ambiente mundial, después de señalar en una reunión de gabinete grabada que el gobierno brasileño debería impulsar la desregulación ambiental mientras la gente estaba distraída por la pandemia.
Para su reemplazo, Bolsonaro designó a Joaquim Alvaro Pereira Leite, de acuerdo a la gaceta oficial del gobierno.
Exmiembro de la junta de la Sociedad Rural Brasileña, el grupo de presión centenario para los intereses agrícolas, Leite se había desempeñado como secretario del ministerio para el Amazonas y servicios ambientales.
"Quien se siente en la silla del ministro obedecerá las órdenes de Bolsonaro y seguirá implementando la política de destrucción ambiental, tal como lo hizo Salles", dijo Marcio Astrini, titular del grupo ambiental Observatorio del Clima, en un comunicado.