El ministro brasileño de Comunicación Social, Edinho Silva, pidió a los partidos políticos, favorables o contrarios al Gobierno, que se sienten a dialogar ante el riesgo de que la actual radicalización del país provoque muertes.
Río de Janeiro. El ministro brasileño de Comunicación Social, Edinho Silva, instó este viernes al diálogo entre los partidarios del Gobierno y los que buscan un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff antes de que aparezca el "primer cadáver".
"¿Vamos a intentarlo (el diálogo) o vamos a esperar el primer cadáver?", se preguntó el ministro ante la prensa, a la vez que pidió a los partidos políticos, favorables o contrarios al Gobierno, que se sienten a dialogar ante el riesgo de que la actual radicalización del país provoque muertes.
Para el ministro, "no hay duda que esto (una muerte) sucederá de la forma con la que se está radicalizando. ¿Es lo que vamos a esperar o vamos a empezar a abrir espacio para el diálogo y bajar el tono en el país?", completó.
La tensión política ha aumentado en las últimas semanas en el país y se ha visto reflejada en las calles y en las redes sociales, ante la petición de la oposición de iniciar un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, por supuestas irregularidades fiscales cometidas en 2014 y 2015.
Edinho Silva criticó lo que consideró un "incentivo abierto" a la violencia en las redes sociales, lo que para él, debería ser catalogado como crimen.
El ministro no quiso "personificar" a los responsables de la polarización que vive el país, pero resaltó que "independientemente de lo que fue hecho hasta ahora, lo fundamental es que se cree el ambiente de diálogo para evitar que algo suceda".
Precisamente este jueves, el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pidió a los militantes y sindicalistas que salieron hoy a las calles a defender el Gobierno de Rousseff que se enfrenten a "quienes quieren atropellar la democracia".
Miles de personas salieron hoy a las calles de Brasil para mostrar su apoyo a Rousseff y al Gobierno, aunque fue en un número muy menor que los que salieron a mitad de mes para pedir la destitución de la mandataria.