Miguel Rodríguez dijo que tiene suficiente evidencia de que la protesta tiene por objetivo derrocar el gobierno.
ÚN | AVN. El ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, ofreció este viernes un balance sobre la incautación de material utilizado "para hacer guarimbas".
Dijo que tiene suficiente evidencia de que la protesta tiene por objetivo derrocar el gobierno e indicó que en varios allanamientos incautaron material para protesta como cables, mechas, morteros, lanzacohetes, clavos, tachuelas, hierros y cohetones.
Dijo que la mayor parte de la incautación se produjo en Altamira. "Los miguelitos están hechos en cantidades industriales. Son equipos de vanguardias para estas manifestaciones violentas, las guayas para degollar a personas, las barricadas no son comunes, no es algo nuevo, tiene dos años gestándose".
Para el ministro, el país que describen los medios de comunicación nacionales e internacionales intentan hacer ver que las protestas están enmarcadas en el derecho constitucional porque los estudiantes no consiguen harina o tienen problemas con el transporte.
"Tenemos suficientes pruebas para demostrar que la única finalidad de estas protestas es derrocar el gobierno, tenemos suficientes teorías para decir que en Venezuela se llama a una protestas de carácter insurreccional para derrocar al gobierno. Sin embargo dicen los medios que el gobierno está reprimiendo a unos muchachos inocentes porque no consiguen harina”, sentenció.
Dijo que la primera fase se trató de una protesta masiva, pero ya se pasó a una fase subversiva. “Esta es la realidad y la realidad es objetiva y clara; Venezuela está sometida a una guerra de cuarta o quinta generación donde a los jóvenes de Voluntad Popular (VP) los alienan para que en una fase de movilización y generen violencia y presión para derrocar gobierno”.
Agregó que “después de cada marcha los estudiantes se retiran y siempre hay una vanguardia organizada de VP que ya van preparados mental y físicamente para enfrentarse a los cuerpos de seguridad violentando situación. Estamos ya en la segunda fase que es netamente subversiva por lo que hemos ido cambiando la metodología para contener los bordes de la violencia y hemos despejado las principales vías”
