El ministro German Cardona indicó que el país tiene que entrar en la era de los proyectos tuneleros, como lo hizo España hace 30 años, para evitar los problemas de derrumbes en el sistema montañoso. Hay que perder el miedo.
Bogotá. El ministro de Transporte, Germán Cardona, quien hoy enfrenta uno de los retos más importantes de su administración: luchar contra el invierno y mantener intercomunicado el país, considera que llegó la hora de construir la infraestructura que Colombia requiere para hacerlo competitiva y acabar con los problemas que tienen sitiadas a varias ciudades, entre ellas a su natal Manizales.
Por esta razón aprovecha los pocos ratos libres durante las inspecciones a la red vial nacional, para dar las últimas puntadas al Programa de Infraestructura para la Prosperidad, el cual será presentado el próximo 4 de mayo.
El programa, para el período 2011-2018, y que busca dotar al país de la infraestructura que requiere para enfrentar el crecimiento de la economía y la llegada de varios tratados de libre comercio, requerirá de $99 billones, lo que equivale a US$45 mil millones, una cifra sin precedentes en el país y que en su gran mayoría deberá ser aportada por el sector privado nacional e internacional, en lo que será la cuarta generación de concesiones.
La siguiente es la entrevista con el ministro de Transporte, Germán Cardona.
¿Qué está pasando en Caldas, luego de que el presidente señalara que las montañas prácticamente se estaban derritiendo?
En Caldas estamos haciendo varias cosas. Lo primero es que desde el inicio del Gobierno definimos que tenemos que buscar una alternativa para pasar la Cordillera Central, en el sector de Letras. Ya se está trabajando en ese propósito y por ello se va a abrir una licitación para estudios y diseños de esa iniciativa. En el inmediato plazo, para atender la emergencia se están apropiando unos recursos a través de Colombia Humanitaria y el Instituto Nacional de Vías para solucionar los problemas viales que hay en la región.
¿Cómo califica la situación que está viviendo su departamento?Muy delicada, el problema del de Caldas es muy delicado. Sobre todo el tema de la comunicación entre Manizales y el interior del país, porque la ciudad se nos está quedando aislada y cada día esta vía presenta muchas más dificultades de deslizamientos, esto es un problema reiterativo que se agudiza.
¿En qué consiste el proyecto para cruzar la Cordillera Central y cuánto valdría?Lo que estamos planteando es que definitivamente Colombia necesita perderle el miedo al tema de los túneles y este sector de la Cordillera Central es una alternativa para utilizar este sistema y así buscar un camino para unir esta región del país con el Magdalena Medio, pero todo se definirá con los estudios y diseños que se van a contratar. A partir de eso sabremos cuál es el costo real de una vía de estas características, que no solamente será de impacto para Manizales, sino para todo el país.
¿Hay un borrador del proyecto y su costo?En este momento lo que existe es la necesidad, dada la situación que se ha venido presentando reiteradamente en esa vía.
¿Este es el punto más crítico en la red vial del país?Yo diría que es uno de los más críticos, pero tenemos problemas en muchos otros sectores, por ejemplo en los Santanderes, la vía Bucaramanga-Barrancabermeja, es una carretera que prácticamente vamos a tener que volver a construir. También hay dificultades en Villeta-Honda, pero en ese sector esperamos que con la iniciación de las obras de la primera etapa de la Ruta del Sol, podamos mitigar esta situación.
¿El país no sólo está en una emergencia invernal, sino también vial?La emergencia vial es evidente y este invierno agudiza el atraso vial. Pero yo creo que de aquí lo que nos van a salir son buenas conclusiones. Es decir, que tendremos que pensar en la gran infraestructura vial que requiere Colombia de cara a la competitividad, de cara a los tratados de libre comercio que vienen en camino, porque si nosotros no mejoramos considerablemente el mapa vial del país, es imposible que seamos competitivos.
¿Con proyectos como la Ruta del Sol, autopistas de Las Américas y de la Montaña, se evitarán problemas viales?Colombia en los últimos 20 ó 25 años dedicó la mayoría de sus recursos a buscar la seguridad, que afortunadamente lo hemos logrado, pero no me queda la más mínima duda de que en los próximos 20 años el tema en este país debe ser la infraestructura de transporte. Y ese desatraso lo tenemos que dar muy rápido.
¿Cuáles serán los planes de contingencia por regiones?Estamos trabajando con varios esquemas. Primero, con recursos del presupuesto nacional que se han arbitrado para atender todas estas emergencias. Segundo, a través de Colombia Humanitaria, mediante convenios con gobernaciones y alcaldías para asumir la recuperación y el mejoramiento de vías. Y lo otro es que hoy tenemos unos recursos que llamamos Fondo de Monto Agotable, que se utilizan para atender las emergencias inmediatas. Es decir, cuando se presenta un derrumbe en alguna parte, entonces de inmediato se activa la coordinación con los contratistas del Gobierno, ya sea de obras públicas o concesiones, para que desplacen maquinaria al sitio donde se ha producido el problema y a través del esquema se pagan las obras.
¿Hay plata suficiente en este fondo para atender las emergencias?Hasta hoy no nos han faltado recursos y en el tema de las vías nacionales, yo creo que la gente ha observado que hemos tenido maquinaria en todas partes para poder atender estas emergencias y podemos garantizar que la seguiremos teniendo para poder atender todos los requerimientos.
¿Si la ola invernal se agudizara en los próximos días, el país podría quedar incomunicado?Uno no puede vaticinar nada con respecto a la naturaleza, lo que sí les puedo garantizar a los colombianos es que estamos preparados, estamos activados las 24 horas del día a través de las 26 regionales, con todos los funcionarios y con todos los contratistas para poder colaborar y permitir que los colombianos puedan disfrutar su temporada de Semana Santa.
¿Mientras se inician las obras para atravesar las cordilleras, qué va a hacer el gobierno para atender la emergencia vial?
Colombia tiene un atraso vial muy grande. A manera de ejemplo, la vía Villeta-Honda es la misma carretera que ha tenido el país desde los últimos 60 años, es una vía a la que se le ha hecho mejoramiento permanente, pero requiere un nuevo alineamiento para un país donde la economía está creciendo de una forma tan impresionante, donde hay tantos camiones circulando por las carreteras, porque no tenemos una línea férrea y por ello son vías que se saturan inmediatamente. Pero con el inicio del primer tramo de la Ruta del Sol, se va a solucionar parte de los problemas de este corredor. Así como con las obras Autopista de la Montaña, que a mediados de año su constructor, Interconexión Eléctrica S.A. (ISA), tendrá listos los diseños definitivos, que permitirán unir a Caucasia con el Valle del Cuca, a través de una doble calzada.
¿Por qué proyectos como Puerto Gaitán-Puerto Carreño están cuestionados antes de iniciarse, qué va pasar con esta iniciativa?
El que cuestione un proyecto de esos, es que definitivamente no entiende que este país, precisamente, lo que necesita son vías para el futuro. Ese es el error que hemos cometido en Colombia, porque somos muy inmediatistas y esperamos que se generen las necesidades y luego buscamos construir las vías.
¿Cómo se va a financiar esta vía?La vía Puerto Gaitán-Puerto Carreño se construirá en una zona del país que tiene un desarrollo inmensamente grande, desde el punto de vista de hidrocarburos, agrícola, inversión nacional y extranjera. Es un sector importantísimo para el desarrollo de la otra Colombia. Lo que queremos es sacar estudios y diseños definitivos para buscar si la vía la podemos hacer a través de una concesión que sería de cuarta generación.
¿Cómo de cuarta generación?Sí, una concesión donde verdaderamente exista una inversión del concesionario y no como sucede ahora, que la mayoría de las concesiones se están alimentando de vigencias futuras y de peajes. Lo que estamos aspirando es que el que construya la obra aporte los recursos y cuando termine la obra se le monta un peaje, se cobra valorización y plusvalía y si quedan faltando recursos, entonces se apropian desde el presupuesto nacional, pero esa vía necesitamos hacerla ya, para que en 10 años esa región pueda desarrollarse de una manera fuerte, como lo requiere Colombia en este momento.
¿Colombia debe ser un país tunelero para evitar los deslizamientos?Claro que eso es lo debe de hacer, como se hizo en España hace 30 años. Ese era un país totalmente atrasado en materia de infraestructura de transporte, tomaron decisiones y ahora el país ibérico es un modelo mundial en el tema tunelero. Tiene unas máquinas supremamente grandes para romper montañas. Colombia le ha dado la espalda a ese tema pensando que es muy costoso y resulta que eso sí es costoso al principio, pero en el mediano y largo plazo es muy barato, porque genera desarrollo, hay menos consumo de combustible y menos desgaste de máquinas y eso es lo que tenemos que hacer nosotros, pensar no en grande, sino en inmenso, pero para eso tenemos que cambiar la mentalidad y eso no se da de un día para otro tampoco.
¿En vías secundarias y terciarias cómo se están atendiendo las emergencias, si los mandatarios no presentan los proyectos?En el tema de vías terciarias se venía dando una discusión con los alcaldes por los aportes, pero se acabó ese cuentico de que les íbamos a dar $120 millones a cada uno para que los invirtieran en lo que ellos quisieran. Lo que les estamos diciendo ahora es traigan proyectos priorizados, para cruzarlos con la información que tiene el Ministerio, a través del Instituto Nacional de Vías, y nosotros nos comprometemos a cofinanciar esas obras.
Urge devolverle al Magdalena su espacio. El ministro de Transporte, Germán Cardona, considera que el país debe entender que al Magdalena y a otros ríos hay que devolverles lo que se les ha robado.
Para ello el Ministerio está retomando un estudio que se hizo con la Misión Holandesa en el año 71 y en el que se recomendaba devolver parte de los terrenos que se les robaron a los ríos, para que vuelvan a ser terrenos que se inunden en el invierno y se sequen en épocas de verano.
“Pero esto no se va a solucionar, y en esto quiero ser muy claro, construyendo diquecitos a lado y lado de los ríos, porque lo único que estamos haciendo es entubando los ríos y generando un problema mucho más grave”, advirtió.
“Los indígenas manejaron muy bien el tema de los ríos y el mar. Ellos, primero no les robaron el espacio a los ríos. Cuando los ríos inundaban todo esto, lo utilizaban para la pesca y en verano lo usaban para prácticas agrícolas y ganaderas”, explicó el funcionario.