Mientras que Juan Manuel Santos representa la continuidad de Uribe, Antanas Mockus se proyecta como una opción de cambio con un discurso pedagógico y filosófico.
Bogotá. Un excéntrico matemático que se bajó los pantalones para mostrar su trasero en un auditorio repleto de estudiantes, que orinó públicamente desde un balcón de una universidad y que contrajo matrimonio bajo la carpa de un circo, busca ser el próximo presidente de Colombia.
Antanas Mockus, hijo de inmigrantes lituanos, se presenta como una opción política e intentará derrotar en las elecciones del domingo al candidato oficialista del Partido de la U, Juan Manuel Santos, con quien está empatado técnicamente en las encuestas de intención de voto para los comicios que al parecer tendrán que dirimir en una segunda vuelta, el 20 de junio.
Mientras que Santos representa la continuidad de Uribe, quien después de ocho años de Gobierno mantiene una popularidad de un 68% por su ofensiva militar contra la guerrilla izquierdista, Mockus, de 58 años, se proyecta como una opción de cambio con un discurso pedagógico y filosófico de difícil compresión para muchos, según analistas.
Pese a que la guerrilla izquierdista continúa siendo una amenaza en el país de más de 44 millones de habitantes, el matemático que usa barba tipo Amish y lentes ha logrado posicionarse entre los electores con un discurso de honestidad y transparencia pese a que muchas de sus propuestas no son concretas.
"Tu vida es sagrada, recursos públicos sagrados", son las principales frases de campaña del profesor, casado y padre de cuatro hijos, quien promete combatir la corrupción, instaurar la legalidad y promover profundos cambios a partir de la educación.
Dos veces alcalde de Bogotá, la capital colombiana de más de seis millones de habitantes, el político que se define como un independiente pese a ser candidato del Partido Verde, impulsó campañas de educación para reducir la violencia, la tolerancia y mejorar el caótico tráfico de vehículos.
Sus victorias electorales fueron consideradas como un voto de protesta contra la ineficiencia de la clase política tradicional para solucionar los problemas de la ciudad.
Como parte de esa estrategia pedagógica se disfrazó de héroe ciudadano usando calzoncillos, botas y capa roja, interpretó canciones de rap y frente a cámaras de televisión enseñó a bañarse sin ducha en una campaña para ahorrar agua.
Los politólogos lo definen como un gobernante creativo que logró transformaciones radicales en Bogotá impulsando la cultura ciudadana, la protección de la vida, la gestión pública transparente y eficiente, así como el manejo de los recursos públicos como activos sagrados.
Experiencia local. Mockus nació en Bogotá el 25 de marzo de 1952. Aprendió a leer a los dos años de edad, estudió en la Universidad de Dijón en Francia y en la Universidad Nacional de Colombia.
El 1 de enero de 1995 inició su primer periodo como alcalde e integró un equipo con académicos y no políticos en los cargos más relevantes de la administración.
En 1997 renunció para lanzarse a la presidencia, pero terminó como fórmula vicepresidencial de Noemí Sanín, candidata del Partido Conservador a quien también enfrentará en las actuales elecciones.
En el 2000 regresó a la política como candidato a una segunda elección para la alcaldía de Bogotá y pidió perdón al electorado por haber abandonado el cargo.
En su segunda alcaldía, entre enero del 2001 y diciembre del 2003, recuperó la imagen de político independiente y eficiente ante la opinión pública.
En esa administración continuó desarrollando y ampliando el sistema Transmilenio de transporte público por medio de buses articulados de Bogotá que implementó el ex alcalde Enrique Peñalosa, quien actualmente hace parte del Partido Verde.
Mockus prometió que en su eventual presidencia continuará su gestión sobre los logros de Uribe, incluyendo la política de seguridad en medio de la que murieron importantes comandantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mientras que miles de combatientes desertaron, obligando a los rebeldes a un repliegue a zonas selváticas y montañosas.
Su confesión de que sufre Parkinson, una enfermedad neurológica que afecta esencialmente el movimiento por la pérdida de la capacidad del cerebro para producir la sustancia dopamina, no ha afectado su imagen ni su intención de voto en las encuestas que los medios han denominado la "ola verde".
En el 2006 fue candidato presidencial de la Alianza Social Indígena, pero fue derrotado por Uribe, quien fue reelegido. En los comicios legislativos sufrió una aplastante derrota al no lograr un solo curul en el Congreso.
Aunque su fortaleza electoral está en grandes ciudades como Bogotá, su punto débil está en las zonas rurales en donde registra una baja intención de voto frente a Santos.