Muammar Gaddafi enfatizó que no abandonará Libia, dijo este martes el presidente sudafricano Jacob Zuma tras una reunión con el líder libio que redujo la posibilidad de un fin negociado al conflicto en la nación petrolera del norte de Africa.
Trípoli. Muammar Gaddafi enfatizó que no abandonará Libia, dijo este martes el presidente sudafricano Jacob Zuma tras una reunión con el líder libio que redujo la posibilidad de un fin negociado al conflicto en la nación petrolera del norte de Africa.
Pero surgieron nuevas dudas acerca de cuánto tiempo resistiría Gaddafi, después de que un funcionario de alto cargo de las Naciones Unidas dijo que la escasez de alimentos y medicamentos en las áreas de Libia controladas por el gobierno era una "bomba de relojería".
Horas después de la partida de Zuma de Trípoli el lunes por la tarde, la televisión libia informó que aviones de la OTAN habían reanudado los ataques, arremetiendo contra lo que llamó zonas civiles y militares en la capital y la ciudad de Tajoura.
Zuma viajó a Trípoli para intentar reanimar una "hoja de ruta" africana para acabar con el conflicto, que empezó en febrero con un levantamiento contra Gaddafi y se ha convertido en una guerra con miles de muertos.
Los debates no supusieron ningún avance. Gaddafi se negó a abandonar el poder, un requisito que los rebeldes y la OTAN para un alto el fuego.
"El coronel Gaddafi pidió el fin de los bombardeos para permitir un diálogo libio", dijo la oficina de Zuma en una declaración. "Enfatizó que no estaba preparado para dejar su país, a pesar de las dificultades".
Zuma también dijo que la seguridad personal de Gaddafi "es una preocupación", una referencia a los ataques aéreos de la OTAN que han castigado en varias ocasiones el complejo Bab al-Aziziyah del líder libio y otros lugares usados por él y su familia.
El conflicto, ahora en su cuarto mes, está en un punto muerto. Los rebeldes son incapaces de avanzar hacia Trípoli, donde Gaddafi parece firmemente atrincherado.
Los rebeldes controlan el este de Libia alrededor de Bengasi, la tercera ciudad libia Misrata y una zona de montañas que se extiende desde la ciudad de Zintan, 150 kilómetros al sur de Trípoli, hasta la frontera con Túnez.
Las potencias occidentales esperan que los ataques aéreos, las deserciones en su entorno y la escasez desgasten a Gaddafi y fuercen su salida del poder.
Panos Moumtzis, coordinador humanitario de la ONU para Libia, dijo a Reuters en Trípoli que algunos inventarios de alimentos en áreas controladas por Gaddafi podrían durar apenas unas semanas más.
"No creo que haya hambre o malnutrición. Pero cuanto más dure el conflicto más se reducirán los inventarios de alimentos y es sólo cuestión de semanas para que el país llegue a una situación crítica", dijo en una entrevista.
"Los alimentos y suministros médicos son un poco como una bomba de relojería. Por el momento están bajo control y todo esta bien. Pero si la situación se dilata, puede transformarse en un problema importante", añadió.
COMBATES EN MISRATA
Gaddafi sostiene que sus fuerzas luchan contra bandas de criminales armados y militantes de Al Qaeda. El líder libio ha descrito la intervención de la OTAN como un acto de agresión colonial para apoderarse de las abundantes reservas libias de petróleo.
La televisión estatal libia transmitió imágenes de Gaddafi dando la bienvenida a Zuma, su primera aparición pública desde el 11 de mayo.
Durante las últimas semanas se especuló que Gaddafi había resultado herido en un ataque de la OTAN o que había huido de Trípoli.
Una fotógrafa de Reuters en Misrata dijo que había fuertes combates en el suburbio de Dafniyah, al oeste de la ciudad, donde está ahora la línea de frente después de que los rebeldes hicieron retroceder a las fuerzas de Gaddafi.
Hablando desde un hospital de campaña cerca del frente, dijo que 14 rebeldes habían resultado heridos el martes, uno de ellos de gravedad.