Según estimaciones de las Fuerzas Armadas, José Neftalí Umenza, alias "Mincho", proveía 30% de los recursos totales que reciben las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Bogotá. Un jefe de la mayor guerrilla izquierdista de Colombia, acusado de coordinar los envíos de cocaína en submarinos a los cárteles mexicanos, murió este jueves en un bombardeo de las Fuerzas Armadas, un golpe que debilitará las finanzas del grupo rebelde, informó el gobierno.
José Neftalí Umenza, alias "Mincho", comandante del frente 30 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y solicitado en extradición por Estados Unidos, murió junto con otros cuatro rebeldes en una zona selvática cerca a la ciudad de Buenaventura, en el departamento del Valle.
"Era un jefe del narcotráfico, era un proveedor de finanzas, responsable de múltiples acciones terroristas, crímenes y exportación de droga en particular a Centroamérica", dijo el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón.
El funcionario afirmó que según estimaciones de las Fuerzas Armadas, alias "Mincho" proveía 30% de los recursos totales que reciben las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
Colombia ofrecía una recompensa de casi US$1 millón por información sobre la ubicación del líder rebelde, quien permaneció por más de 40 años en las FARC, grupo que enfrenta a las Fuerzas Armadas en un conflicto interno de casi cinco décadas y que dice luchar por imponer un sistema socialista en un país con marcadas diferencias sociales.
"Este criminal era un contacto directo con los cárteles mexicanos, esa era su principal actividad. Este es un golpe a la espina dorsal de las finanzas de las FARC", afirmó Pinzón en una conferencia de prensa acompañado por la cúpula militar.
El líder guerrillero muerto, quien operaba en las selvas de la Costa Pacífica colombiana, participó en varias acciones, incluido el secuestro en el 2002 de doce diputados, once de los cuales fueron asesinados por los rebeldes cinco años después, así como un ataque a una base militar en el que murieron 18 infantes de marina, en 1991.
Las FARC se han visto debilitadas desde el 2002 por una ofensiva militar, apoyada por Estados Unidos, en medio de la que han muerto importantes comandantes, mientras que miles de combatientes han desertado.
Pero el grupo rebelde aún mantiene la capacidad de realizar ataques de gran impacto en zonas selváticas y montañosas en donde tiene presencia, e incluso en las grandes ciudades.
Las FARC son acusadas de obtener millonarios recursos del narcotráfico pese a que lo niegan.
Los submarinos se han convertido en uno de los principales medios para el envío de la cocaína colombiana, principalmente por el Océano Pacífico, de acuerdo con fuentes de seguridad.