La ofensiva militar, la primera desde el anuncio que hizo este jueves Iván Márquez de que regresarán a la lucha armada, se desarrolló cerca del municipio de San Vicente del Caguán, en el selvático departamento de Caquetá.
Bogotá. Nueve combatientes disidentes de las FARC, incluido un comandante, murieron en un bombardeo en una zona selvática del sur de Colombia, un día después que líderes de esa guerrilla que se habían desmovilizado anunciaron su regreso a la lucha armada, informó este viernes el gobierno.
La ofensiva militar, la primera desde el anuncio que hizo este jueves Iván Márquez de que regresarán a la lucha armada por considerar que se incumplió el acuerdo de paz firmado en 2016 para acabar un conflicto de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos, se desarrolló cerca del municipio de San Vicente del Caguán, en el selvático departamento de Caquetá.
Márquez fue el segundo al mando de la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), negoció el acuerdo de paz en Cuba durante más de cuatro años y ahora se presenta como el principal líder de las disidencias que de acuerdo con fuentes de seguridad tienen unos 2.200 combatientes.
"Gracias a una labor estratégica, meticulosa, impecable y con todo el rigor, cayó Gildardo Cucho, cabecilla de esa organización", dijo el presidente Iván Duque durante un acto de gobierno en la ciudad de Sincelejo al norte del país refiriéndose a la ofensiva militar en la que además del líder de la disidencia murieron otros ocho combatientes.
"Este criminal estaba dedicado al narcotráfico, el secuestro, a la intimidación de líderes sociales y pretendía ser parte de esa estructura amenazante que ayer se presentaba al país como una nueva guerrilla, cosa que no es, porque es una cuadrilla narcoterrorista", agregó el mandatario.
El anuncio de este jueves es el mayor golpe al acuerdo de paz y amenaza con aumentar la violencia y ataques de los grupos armados, pero también con incrementar los asesinatos y represalias contra los exguerrilleros devenidos en políticos que se integraron a la sociedad como parte del pacto.
El acuerdo de paz permitió que más de 13.000 miembros del grupo guerrillero, incluidos casi 7.000 combatientes, depusieran las armas, se sumaran a la sociedad y debutaran en la política.
Pero con el paso de los meses muchos se apartaron del acuerdo alegando incumplimientos y comenzaron actividades de narcotráfico y minería ilegal en selvas y montañas, en donde también han atacado a efectivos de las Fuerzas Militares.