La Dirección General de la Policía informó que el ataque se registró en una carretera que comunica a los municipios de Padilla y Villarica, en el departamento del Cauca, una región montañosa estratégica para el tráfico de drogas y de armas.
Bogotá. Seis policías murieron este lunes en el suroeste de Colombia en un ataque atribuido a guerrilleros de las FARC, en el hecho más grave desde la instalación de un proceso de paz y a tres semanas de la apertura formal en Cuba de la negociación con la que se busca poner fin al conflicto de casi 50 años.
La Dirección General de la Policía informó que el ataque se registró en una carretera que comunica a los municipios de Padilla y Villarica, en el departamento del Cauca, una región montañosa estratégica para el tráfico de drogas y de armas en donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tienen una fuerte presencia.
Los rebeldes atacaron con explosivos y ráfagas de ametralladoras y fusiles los vehículos en los que se desplazaban los uniformados que realizaban labores rutinarias de patrullaje en la zona, precisaron las autoridades.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las FARC instalaron el 18 de octubre en Noruega un proceso de paz con el que se busca poner fin a un conflicto armado de casi cinco décadas que deja cientos de muertos al año.
La negociación formal bajo el principio de "nada está acordado hasta que todo esté acordado" se iniciará el 15 de noviembre en La Habana con la discusión del tema agrario.
Pero el gobierno ha descartado un cese del fuego mientras se realizan las conversaciones, con lo que las Fuerzas Militares mantendrán su ofensiva contra las FARC y los rebeldes los ataques, incluidos a los sectores petrolero y minero, claves para la cuarta mayor economía de América Latina.
Un día después de la instalación del diálogo de paz en Noruega, las FARC, que cuentan con unos 8.000 combatientes, causaron la muerte a cinco militares en un ataque con explosivos en el selvático departamento de Putumayo, fronterizo con Ecuador.
Analistas y expertos han advertido sobre una eventual escalada de la violencia en el país, en un intento de las partes por demostrar su poderío.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, reveló que desde que se anunció el proceso de paz, a finales de agosto, cerca de 50 combatientes de las FARC han muerto en combates, otros 60 han sido capturados y 90 se han desmovilizado.
Las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, surgieron en la década de 1960 como un grupo de campesinos que reclamaba una reforma agraria.
Pero con el paso de los años se convirtieron en una poderosa máquina de guerra que, según analistas y fuentes de seguridad, se financia con dinero del narcotráfico.
La ronda de conversaciones que tendrá lugar en La Habana intentará poner fin a una larga racha de fracasos para terminar un conflicto.
Pese a que han sido debilitadas por una ofensiva militar en la que han muerto varios de sus comandantes, mientras que miles de combatientes han desertado, las FARC mantienen aún la capacidad de realizar ataques de gran impacto.