Para el mandatario uruguayo, el uso de las redes sociales y las nuevas comunicaciones está causando teorías de desobediencia civil.
La masificación de la resistencia civil de las minorías en países democráticos fruto del desarrollo de las comunicaciones como Internet constituye un "riesgo para la democracia" y una forma de intervención de "los poderes centrales" en otros países, denunció el presidente uruguayo, José Mujica.
En su habitual alocución radiofónica en la emisora M24, el ex guerrillero tupamaro de 78 años, defendió el derecho a la "no intervención" en los asuntos internos de cada país que "en el acierto o el error deben ser responsables de su destino", un "viejo y querido concepto" que en el mundo actual ha desaparecido debido al uso de las nuevas tecnologías.
Mujica, reconocido internacionalmente por su austeridad y por su discurso contrario al consumo, realizó estas reflexiones en el contexto de los recientes disturbios en Venezuela o en Ucrania, país este último en donde la revuelta social, defendida por occidente, llevó a un cambio de gobierno.
"Cualquiera sea la opinión que nos merezca el acontecer político de una nación, no existen derechos para inmiscuirse. Cualquier acto lateral es una agresión a la soberanía del país", defendió Mujica.
Para el mandatario, el uso de las redes sociales y las nuevas comunicaciones está causando que teorías de desobediencia civil que surgieron como forma de lucha contra dictaduras, ha sido empleado para "masificar estrategias planificadas" con la pretensión de "paralizar a los gobiernos"
Mujica apuntó que esas ideas, que nacieron para "luchar contra las dictaduras por el camino menos cruento" y que por lo tanto parecen "inteligentes y moralmente defendibles", ahora están "desbordando a todas las sociedades".
Así, señaló que en sociedades democráticas hoy en día hay minorías que discrepan con la mayoría y los representantes que eligió y usan esas estrategias para no cumplir con el gobierno, generando el "peligro para la sociedad".
El presidente, que en los años 70 y 80 pasó 13 años en prisión por su pertenencia a la guerrilla de los tupamaros, apuntó que estas minorías pueden lanzar "agresivas" movilizaciones porque no están dispuestas a "respetar las decisiones de la mayoría" y buscan la "desobediencia civil, la parálisis y la inoperancia".
"Estos métodos de resistencia atacan a las democracias reales en todas partes y es una de las patologías contemporáneas", añadió.
"Y es ahí cuando aparecen financiando económicamente e ideológicamente ONGs del mundo más rico y aparecen los movimientos de indignados y las resistencias civiles, que son formas de no violencia activa que buscan, en el caso de las democracias que respetan los derechos de todos, la paralización a favor de las minorías que discrepan", culminó.